Tenemos informes que los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos están abarrotados de familias enteras con sus hijos menores de edad. Sabemos que están ahí pero no sabemos en qué momento Donald Trump decidirá deportarlos en “un solo momento”, alertó Mary Galván, directora de Trabajo Social del Instituto Madre Asunta para Mujeres, Niñas y Niños Migrantes, AC.
En un recorrido que Conexión Migrante hizo por los albergues de la ciudad de Tijuana, Baja California, y al entablar encuentros con grupos de la Sociedad Civil Organizada que trabajan en favor de los migrantes, Mary Galván, directora de Trabajo Social del Instituto Madre Asunta, expuso que las políticas de inmigración, los proyectos de muro, la violencia verbal y económica que ejerce Donald Trump deberían avergonzar al mundo entero.
“Los muros son una vergüenza, desde que apareció el Operativo Guardián y Estados Unidos comenzó a poner las cercas, desde entonces debimos gritar fuerte la vergüenza que provoca este tipo de actos”, remarcó.
Instituto Madre Asunta al servicio de mujeres y menores de edad
El Instituto Madre Asunta para Mujeres, Niñas y Niños Migrantes, AC, forma parte de la Coalición Pro Defensa del Migrante, y en el año 2014, cuando se cumplieron los primeros 20 años del Operativo Guardián, se reveló que, hasta ese momento, alrededor de 7 mil personas habían muerto al intentar cruzar hacia Estados Unidos: “peor que si estuviéramos en una guerra”, expresó Galván.
El Operativo Guardián, aún vigente, obligó a las personas en tránsito a sortear los caminos más complicados para poder cruzar la frontera, ya que el gobierno de Estados Unidos, que en ese entonces estaba presidido por Bill Clinton, comenzó la construcción e instalación de la valla divisoria entre México y Estados Unidos.
La activista recordó que entre 2009 y 2010 se vivió el drama de la separación familiar. La política de inmigración del gobierno de Barack Obama deportó a mujeres que habían vivido en Estados Unidos por más de 20 años.
“En Madre Asunta tuvimos que atender a mujeres que regresaron a México dejando a sus hijos en Estados Unidos. Mujeres en crisis psicológicas que lloraban día y noche porque no sabían qué iba a pasar con sus hijos”, recordó.
Algunas mujeres que sufrieron algún tipo de violencia en Estados Unidos y que habían denunciado el abuso oportunamente pudieron aplicar a la Visa U. Cada mujer recibió atención de los abogados afines a Madre Asunta en Estados Unidos, quienes ayudaron, entre otros problemas, a detener los procesos de adopción de los niños y niñas que quedaron indefensos del lado estadounidense, expresó.
Una historia de crisis migratoria en Tijuana
En los últimos tres años, Tijuana pasó por la crisis de los migrantes que llegaron a Tijuana desde Haití y el Congo para solicitar asilo, y, muchos de ellos se quedaron en Tijuana, rememoró Mary Galván.
“Yo no culpo a la gente que viene a buscarse la vida, que huye de la violencia, que está atorada por la economía. Los padres se sienten incapaces de llevar a los niños a la escuela, no tienen lo necesario para vivir dignamente. Juan Bautista Scalabrini tenía un frase: ‘la tierra del migrante es la que le da el pan que comer’. No importan fronteras ni países porque donde el migrante encuentre bienestar para su familia ahí se va a quedar”, enfatizó.
Durante la entrevista, Mary Galván mostró indignación por la crisis migratoria, por la tibieza del gobierno mexicano y por la desigualdad entre países. Ante esto refirió lo siguiente: “En Tijuana hay trabajo pero mal pagado. ¿Cómo es posible que en un McDonalds de Tijuana se le pague al trabajador 80 pesos al día, y a un trabajador de McDonalds en Estados Unidos se le pague 120 pesos por hora. ¿Por qué de un lado hay yardas de pasto en cada esquina y aquí yardas de basura? ¿Porque el gobierno mexicano ha permitido esta desigualdad luego de firmar el Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)?
En la actualidad, Tijuana atiende el tránsito de las personas que vienen principalmente de países centroamericanos huyendo de las guerras y las amenazas del crimen organizado. Pero, también están llegando personas de Michoacán y Guerrero, México, quienes piden asilo por la pobreza y por la violencia que se vive en sus comunidades.
Los mexicanos que no son perseguidos políticos no pueden solicitar asilo a los Estados Unidos, solo refugio, precisó Galván, porque “los migrantes que solicitan asilo deben comprobar que sufrieron daño en su persona para que comience el trámite. Nosotros recomendamos a los mexicanos que no pidan asilo porque podrían manchar su récord”.
Crisis migratoria contenida en estos centros de detención en EU
De acuerdo con información de la activista María Galván, los centros de detención de inmigrantes en los Estados Unidos están llenos, están saturados, y toda la gente va a salir deportada, tarde o temprano, “va a salir en un solo momento”, pero aún no se sabe cuándo Donald Trump dará la orden.
“Nos preocupan las mujeres porque ellas viajan siempre con niños entre dos a ocho años y en los centros de detención las separan de sus hijos hasta que el gobierno decide qué va a hacer con la madre”.
En la ciudad de Tijuana solo el Instituto Madre Asunta y la Casa de la Esperanza del Ejército de Salvación atienden a mujeres, a niños y a niñas en tránsito.
Datos Instituto Madre Asunta AC. Dirige la madre Adelia Contini
- En los años ochenta del siglo XX, el obispo Emilio Berlié fue quien invitó a las congregaciones scalabrinianas a atender a los migrantes que vivían en las calles de Tijuana o que estaban en hospitales, en cárceles y en “El Bordo”, ese espacio entre México y Estados Unidos que antes sólo estaba cercado por un alambre de púas.
- El padre Flor María Rigoni fundó el Centro Scalabrini.
- La madre Gemma Lisot fundó el Instituto Madre Asunta. Las congregaciones scalabrinianas solo le dieron a la hermana Gemma el dinero para el terreno. Los recursos para erigir la casa se consiguieron por parte de organizaciones internacionales e instituciones públicas mexicanas.
- Hace 33 años la ciudad de Tijuana no contaba con una estructura de la Sociedad Civil para atender el problema migratorio.
- El trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil ha despertado el interés del gobierno por emprender programas para la atención de la movilidad humana.
- La casa del Instituto Madre Assunta tiene capacidad para 45 personas entre mujeres, niñas y niños
- El tiempo de estancia varía entre 15 días hasta 3 meses
- Dirección: Calle Galileo 2305, Buena Vista, Lopez Leyva, CP 22416, Tijuana, B.C.
- Teléfono: Desde Tijuana marque: 664 683 0575. Desde Estados Unidos marque 00 52 664 683 0575
- Servicios: Educativos, jurídicos, asistencia médica, terapia psicológica, estancia y alimentos, y comedor comunitario para personas en situación de calle.