Texas quiere terminar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el cual protege de la deportación a miles de personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños.
Los beneficiarios de DACA le cuestan millones de dólares en atención médica, según discutió un abogado de Texas que encabeza el intento de terminar con DACA. Sin embargo, los beneficiarios son contribuyentes fiscales que ayudan a impulsar la economía de Estados Unidos.
Estas opiniones se discutieron ante la Corte de Apelaciones del 5to Circuito en Nueva Orleans. A las afueras, más de 100 partidarios de DACA protestaban exigiendo que el programa se quede.
Más de 600 mil personas tienen el respaldo del programa y no las pueden deportar. Además, dicha iniciativa es una vía para la naturalización de los beneficiarios.
El año pasado, un juez federal en Texas sentenció que DACA era ilegal. Sin embargo, aceptó que siguiera vigente en su forma actual para los ya beneficiados mientras prosiguen las apelaciones a su fallo.
Argumentos de Texas contra DACA
Texas alega que DACA se implementó sin pasar por los debidos canales legales y administrativos. Entre ellos, se tenía que avisar al público y se recibieran comentarios. Además, Texas afirma que el programa causó daños económicos debido a la permanencia de migrantes en el país.
Los defensores del DACA aseguran que el programa cae dentro de las facultades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de establecer prioridades a la hora de hacer cumplir las leyes de inmigración.
“El DHS tiene recursos limitados. Carece de la capacidad para expulsar a 11 millones de personas en el país. Tiene que decidir a quiénes va a detener primero”, dijo Brian Boynton, del Departamento de Justicia.
