La administración del presidente Joe Biden revocó una política de la administración Trump que permitía las deportaciones aceleradas de los migrantes indocumentados con dos años o menos en Estados Unidos por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Trump implementó la política de deportaciones aceleradas en 2019; en primer lugar, la medida permitía a ICE deportar a los migrantes detenidos de forma exprés, sin permitirles tener audiencias en las cortes de inmigración.
Antes de Trump, las autoridades se regían con un mandato de 2004, el cual establecía condiciones específicas para realizar una deportación acelerada:
- ICE debía encontrar al migrante 100 millas alrededor de la frontera
- El migrante debía tener menos de 14 días de haber entrado a Estados Unidos
Debido a su naturaleza, la jueza nominada a la Suprema Corte, Ketanki Brown Jackson, bloqueó temporalmente este programa, sin embargo fue reactivado poco tiempo después y continuó operando incluso durante el primer año de la administración del presidente Joe Biden.
Fue en octubre de 2021 cuando el gobierno Biden decidió suspender la medida; en ese momento el gobierno dijo que las deportaciones exprés se usaron en un número extremadamente pequeño de casos.
Desde el 20 de enero de 2021 hasta fines de agosto de 2022, ICE deportó a cuatro inmigrantes bajo la política. En su momento, las autoridades dijeron que se utilizaba para deportar a personas que no entraban en el Título 42.