El Senado confirmó a la jueza Amy Coney Barrett como nuevo magistrado de la Suprema Corte, acción que representa una victoria política para el presidente Donald Trump días antes de las elecciones del 3 de noviembre.
La jueza Amy Coney Barrett ocupará la vacante disponible tras el fallecimiento de la magistrada Ruth Bader Ginsburg.
La votación del Senado terminó 52-48, con lo cual candidata de Trump ocupará el lugar en el máximo tribunal de Estados Unidos.
Susan Collins fue la única senadora republicana que se opuso a Barrett, dijo que no cree que deba presentarse una nominación antes de las elecciones.
Esto a pesar de que algunos legisladores republicanos dijeron que se opondrían al nombramiento.
Amy Barrett es el tercer juez de la Suprema Corte nombrado por Trump, tras las confirmaciones de Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Cabe destacar que Barrett es la primera jueza en la historia moderna en ser confirmada sin el apoyo bipartidista
Sin embargo, había pocas dudas de que los republicanos ocuparían el escaño.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, Prometió pocas horas después de la muerte de Ginsburg dar un voto a quien Trump nominara, y los senadores republicanos rápidamente se unieron detrás de la estrategia.
Tras darse a conocer la noticia, Trump dio una ceremonia por el nombramiento de Barrett
¿Cómo beneficia a Trump el nombramiento de Amy Barrett?
El nombramiento de Amy Barrett como magistrada de la Suprema Corte significa que el máximo tribunal tiene una mayoría conservadora de 6-3.
Sin embargo, más allá de eso, Trump ha designado un total de 220 jueces, incluidos 53 para los influyentes tribunales de circuito y 162 jueces de tribunales de distrito.
Con información de The Hill