Aunque los vendedores ambulantes en California ya pueden vender sus productos de comida en la calle, obtener los permisos formales resulta complicado debido a todos los requisitos.
Una nueva medida busca cambiar el complicado sistema para que los vendedores puedan superar las barreras que le han impedido crecer. La senadora Lena González, presentó el proyecto de Ley Nate 972, que busca revisar el Código de Alimentos Minoristas de California. Este documento busca reducir la venta ilegal pero también crear una economía más equitativa para los vendedores ambulantes.
Actualmente, los códigos de California requieren que las instalaciones móviles de alimentos como camiones de comida o helados cumplan con los estándares de salud y seguridad requeridos. Entre estos requisitos se encuentra:
- acceso a fregaderos
- baños e instalaciones para lavarse las manos
- cantidades específicas de agua potable.
Sin embargo, la mayoría de estos negocios no cuenta con estos requisitos debido a su tamaño pequeño y a que están en movimiento.
Debido a eso, el proyecto de ley liberaría a los vendedores ambulantes de ciertos requisitos del código. Por ejemplo, si su área de operación planificada tiene acceso a lavabos públicos o botellas de agua, no tendrían que cumplir con tener lavabos, baños y tanques.
Además, también permitiría que los comerciantes vendan otros alimentos fuera de los alimentos preenvasados que no sean potencialmente peligrosos. Podrían exhibir y vender frutas y verduras en rodajas que se prepararon anteriormente en una instalación aprobada y se almacenaron a temperaturas adecuadas.
“Los vendedores ambulantes de comida están entrelazados en el tejido culinario y culturalmente diverso de California. Estos trabajadores, sin embargo, no tienen acceso a los permisos que necesitan para poder trabajar y mantener a sus familias” dijo la senadora González.
Es difícil para los vendedores ambulantes en California obtener un permiso formal
Marta Ávila, una vendedora de tacos en el Valle de San Fernando, dijo que el camino que ha recorrido para legitimar su negocio de comida “a menudo se ha sentido como una carrera de obstáculos“. Afirmó que los procesos para obtener un permiso formal son difíciles y desconcertantes y que espera que la reforma ayude a miles de personas.
Aunque Marta ya cuenta con una licencia comercial y quiere obtener un permiso de venta de alimentos para que su negocio sea legítimo, asegura que los obstáculos son demasiados. De acuerdo con los activistas que apoyan la reforma, el código actual establece el diseño y la fabricación de los carritos de alimentos, que necesitan ser grandes e innecesarios.
Si el proyecto de ley se aprueba, los vendedores ambulantes podrían acceder a un permiso formal de manera más sencilla.
La directora del programa Community Power Collective, Carla de Paz, dijo que miles de vendedores ambulantes en California han estado trabajando durante la pandemia para mantener a sus familias. Aseguró que las leyes estatales son obsoletas y que obligan a los vendedores a trabajar bajo la amenaza de la criminalización.
Con información de Los Angeles Times.
