Luego de semanas con manifestantes, los agentes federales enviados por el presidente Donald Trump a Portland comenzaron a retirarse desde el jueves.
A través de su Twitter, Kate Brown, gobernadora de Oregón (oeste) anunció que el gobierno federal acordó retirar a los oficiales federales de Portland.
“Han actuado como una fuerza de ocupación y han traído violencia”, indicó en referencia a los duros choques con los manifestantes que protestan contra el racismo y la brutalidad policial. Esto después del 25 de mayo, día en que ocurrió la muerte de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años asfixiado por un policía blanco.
Este mes, la administración Trump envió agentes federales armados, muchos de ellos con equipo de combate. Luego de varias semanas de protestas contra la policía y el gobierno, hay varios edificios públicos con grafiti y ventanas rotas.
After my discussions with VP Pence and others, the federal government has agreed to withdraw federal officers from Portland. They have acted as an occupying force & brought violence. Starting tomorrow, all Customs and Border Protection & ICE officers will leave downtown Portland.
— Governor Kate Brown (@OregonGovBrown) July 29, 2020
Los detractores del presidente consideraron la intervención federal como una movida política de Trump, quien se presenta a la reelección el próximo 3 de noviembre. Esto para mostrarse como un defensor de la ley y el orden ante los votantes.
Sin embargo, las protestas se intensificaron desde la llegada de las fuerzas federales, ya que iban con uniformes paramilitares y sin distintivos de identificación visibles. Además, usa vehículos sin matrícula para detener a manifestantes.
“La ocupación federal a nuestra comunidad ha traído un nuevo tipo de miedo en nuestras calles. Agentes federales casi matan a un manifestante y su presencia ha llevado un incremento de la violencia y el vandalismo”, escribió Ted Wheeler, alcalde de Portland.
Cabe destacar que la semana pasada, el alcalde quedó atrapado en medio de la represión con gas lacrimógeno.
De igual forma, también se envió refuerzos federales a ciudades como Kansas, Chicago y Albuquerque.