El presidente Donald Trump participó este viernes en el Foro Económico Mundial (WEF en inglés) de Davos, y su mensaje fue claro para quienes se quejan de su gobierno: “He creado 2.4 millones de empleos en EEUU desde que llegue al poder y habrá más. El desempleo jamás había sido tan bajo para la comunidad latina y afroamericana”.
El WEF es una cita internacional que tiene lugar en un pequeño pueblo de montaña de Suiza en donde cada año se reúnen 3,000 líderes políticos, empresariales, académicos, religiosos, científicos y activistas sociales. Durante cuatro días hablan de los problemas del mundo e intentan resolverlos, al menos en la teoría.
Este año, la participación de Donald Trump era la más esperada y polémica. Y el mandatario estadounidense llegó a refrendar que el futuro de Estados Unidos jamás había sido más optimista.
“Durante el primer año de mi gobierno hemos avanzado enormemente. Hemos ayudado a que todos los estadounidenses encuentren el cambio para lograr el sueño americano de tener un trabajo y mejorar la vida de sus familias”, dijo.
Y reiteró que “América, siempre será lo primero” para él.
Reforma impositiva
El gobierno estadounidense encabezado por el magnate neoyorquino anunció en diciembre una reforma fiscal que ha sido alabada y criticada a partes iguales. Dicho simplemente, decidió que la tasa de impuestos que pagan las empresas se reduzca de 35 a 21%.
En opinión del presidente Trump, esta decisión ya arroja beneficios y seguirá haciéndolo. “Se trata de bajar la carga tributaria para que las empresas sean más prósperas y para que esto permite que, se generen más empleos, mejor pagados, y que la clase media sea más próspera”.
Y explicó que esta decisión ya está generando un espíritu positivo entre la gente y un efecto en cascada que está permitiendo a las empresas liberar fondos para dar pagos extra a sus empleados. “Hay empresas que están pagando bonos a sus trabajadores que en algunos casos llegan incluso a los 3,000 dólares”, dijo.
Mejor comercio bilateral
Trump aseguró que el mensaje que quería lanzar en Davos era simple, pero contundente: “Nunca ha habido un mejor momento para invertir, construir, crecer y lanzar proyectos en EEUU. Somos un país abierto para los negocios y otra vez somos competitivos”.
Pero los negocios han de hacerse a su manera.
Cuando se trata de comerciar con otros países, prefiere los acuerdos solo entre dos países, que aquellos que se hacen entre muchas naciones. En los tres días previos, los mandatarios de Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, España e India, entre otros, habían pedido que el mundo siguiera negociando acuerdos multilaterales, es decir, pactos comerciales en donde participan muchos países a la vez.
Trump no está de acuerdo.
“Apoyo el libre comercio, pero debe ser justo y recíproco. Un comercio injusto, en donde unos países ganan más que otros, nos daña a todos. Estados Unidos no tolerará las prácticas económicas injustas, porque perjudican a los empresarios y a la gente”, dijo.
Y cerró su discurso asegurando que, contra lo que muchos piensan sobre él, también desea un mundo mejor. “Un mundo que prospere y en donde cada niño pueda vivir sin violencia. Pero, sin duda alguna, siempre pondré a EEUU antes que a cualquier otro país”.***
