Gracias a la película “Millones de kilómetros”, que cuenta la vida de un astronauta de origen mexicano, José Alfredo Jiménez sonó hasta en el espacio.
Si bien es cierto que el filme trata sobre la vida de José Hernández, astronauta originario de Michoacán, México sus buenos gustos musicales no podían faltar en aquella cinta.
Hernández mostró amor por la música mexicana desde que era muy pequeño, pues creció escuchando aquellas canciones que su papá, Salvador Hernández, escuchaba mientras cosechaba pepinos y fresas.
Desde muy pequeño, el mexicano tenía claro lo que quería ser, astronauta, y gracias a su esfuerzo, empeño y dedicación se graduó como ingeniero continuó estudiando hasta que logró su cometido.
La NASA lo eligió en 2009 para formar parte del Grupo 19 del transbordador Discovery e hizo su primer viaje espacial en la misión STS-128.
¿Y José Alfredo Jiménez?
Gracias a su lucha por conseguir su sueño, el mexicano fue reconocido con este filme y durante todo su proceso lo acompañaron canciones de Los Tigres del norte, el Divo de Juárez, Juan Gabriel, pero sobre todo de José Alfredo Jiménez.
Esta etapa quedó inmortalizada en la cinta, que protagonizó Michael Peña.
Hay una escena en dónde el astronauta pasa 13 días en el espacio, ahí comía tacos y cada que le era posible, reproducía una de las canciones tan famosas de José Alfredo Jiménez, “el hijo del pueblo”.
El repertorio de canciones y el propio José Alfredo fueron motivaciones para lograr una de sus más grandes metas, llegar al espacio, teniendo parte crucial, su familia y su esposa Adela.
Al respecto y en una entrevista, el astronauta mexicano mencionó:
Yo creo que todos (…) se sacaron de onda (se sorprendieron) porque jamás habían escuchado una canción así, pero yo la hice para honrar a mi papá”.
No cabe duda que José Alfredo Jiménez ha sido una gran fuente de inspiración para miles de mexicanos, gracias a la belleza, simplicidad de sus letras y melodías que reflejan la realidad, los sentimientos, y el folclor del pueblo mexicano, tomando como inspiración su propia vida.
Lo que le permitió componer desde temas rancheros hasta huapangos.
