El estado de Texas, liderado por el republicano Gregg Abbot comenzó a utilizar los 5 mil 100 millones de presupuesto del año fiscal para continuar implementado barreras en su frontera con México.
En palabras de Abbott:
“Texas está alargando su muro fronterizo, este es en el sector del De Río”.
El republicano hace referencia a la zona en la que el gobierno de Texas y el gobierno federal sostienen problemas judiciales, a causa de una barrera flotante con boyas, instalada a lo largo del Río Grande o también conocido Río Bravo.
Con el liderazgo del gobernador Gregg Abbott, Texas mantiene múltiples “líneas de defensa”, así lo mencionó el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, LT. Chris Olivarez.
Estas “líneas de defensa” contienen:
- Alambres de púas
- Contenedores de envío
- Botas en el río
- Barreras acuáticas en la frontera
Los defensores del programa “Lonly Star” o “Estrella Solitaria” (nombre del programa implementado por Abbott para frenar los cruces ilegales en su frontera con México) argumentan que cumple “objetivos”.
A la fecha, el gobierno de Texas ha instalado alrededor de 5 kilómetros de muro fronterizo, y esperan que para el termino del año fiscal, ya hayan 16 kilómetros más, para a completar el muro ya instalado.
Barreras que dañan a miles de migrantes
No obstante, la política también tiene retractores.
Pues la Organización Internacional para las Migraciones considera al cruce entre México y Estados Unidos como la frontera terrestre más peligrosa del mundo y sostienen que las “barreras” no siempre contienen a los migrantes.
Las políticas migratorias restrictivas empujan a las personas a tomar rutas migratorias aún más peligrosas, las empujan a donde pierden la vida más fácilmente, argumento Andrea García Borja, quien es analista de datos para la OIM.
La Corte de Apelaciones del 5to Circuito fijó la fecha del 5 de octubre para escuchar los argumentos del gobierno federal como el de Texas, con el que se determinará si se mantiene el fallo del juez.
Pues recordemos que hace una semana, un juez de Austin había ordenado a Texas que removiera las boyas y había puesto como fecha límite el 15 de septiembre para que fuera desinstaladas.
Ante esta decisión, Texas decidió apelar, por lo que esta tema volverá a discutirse ante una corte.
Con información de Voz de América
