Melissa Lucio es una estadounidense, de origen mexicano, sentenciada a muerte por las autoridades de Texas en 2008 por el fallecimiento de una de sus hijas. Este caso se ha vuelto conocido porque activistas, organizaciones civiles y líderes religiosos piden suspender su sentencia.
La mujer de 53 años y madre de 14 hijos, vivía en Harlingen, un poblado del condado de Cameron, en Texas y su pesadilla comenzó hace más de 14 años, cuando su hija de dos años de edad, Mariah, murió en 2007 tras caer de unas escaleras.
Mariah murió mientras dormía, dos días después de haber caído de unas escaleras y cuando la familia llamó a los servicios de emergencia para reportar la emergencia, la menor ya no respiraba.
A pesar de esta situación, Melissa Lucio tuvo poco tiempo para lamentar la muerte de su hija, pues la fiscalía la acusó de homicidio.
Esta acusación se basó en una confesión que se produjo como resultado de un interrogatorio de cinco horas en el que la mujer negó más de 80 veces ser culpable antes de decir “supongo que soy la responsable”.
La condena en su contra destruyó a su familia, pues sus hijos fueron separados y enviados a vivir con parientes o puestos bajo la custodia del estado. Incluso los gemelos a los que dio a luz mientras estaba en la cárcel fueron dados en adopción.
A pesar de que varios jueces han concluido que el juicio de Melissa fue injusto, la ejecución está programada para el próximo 27 de abril de 2022.
¿Cómo fue el interrogatorio de Melissa Lucio
Durante el interrogatorio a Melissa los detectives utilizaron técnicas que se saben conducen a confesiones falsas, estas se basan en maximizar la solidez del caso y los posibles cargos y minimizar la gravedad de la situación.
Este interrogatorio continuó hasta las 3 de la mañana y sólo concluyó hasta que la mujer dijo “supongo que lo hice”.
Esto provocó que el fiscal de distrito del condado de Cameron, Armando Villalobos, solicitara la pena de muerte en el caso de Melissa Lucio.
Sin embargo, Villalobos fue condenado por soborno y extorsión en 2014 y actualmente cumple una sentencia en prisión federal de 13 años.
A esto se suma que los abogados defensores de Melissa no estaban preparados y que poco después de su juicio, su abogado defensor se unió a la oficina del fiscal de distrito.
Por el contrario, el padre de Mariah fue declarado culpable del cargo menor de poner en peligro a un niño.
Una vida de abusos
Melissa creció en una familia católica, en condiciones de extrema pobreza, y fue víctima de abuso sexual y violencia doméstica.
Los abusos en su contra comenzaron cuando tenía tan solo 6 años, fueron dos familiares que se aprovechaban de ella cuando su madre no estaba en casa. Desafortunadamente, estos abusos se prolongaron hasta su adolescencia, hasta que se casó a los 16 años.
Desafortunadamente, el esposo de Melissa continuó con el abuso, era violento, abusaba del alcohol y vendía drogas. Debido a su edad era incapaz de dejar a su marido y esta situación provocó que la mujer terminara abusando de sustancias.
Después de tener cinco hijos con ella, su esposo la abandonó; finalmente tuvo nueve hijos más, incluyendo a Mariah, con su segunda pareja.
Sin embargo, el ciclo de abuso continuó, la violó en repetidas ocasiones, estranguló y amenazó de muerte.
A pesar de esta situación, los registros de los Servicios de Protección Infantil demuestran que los hijos de la Melissa nunca la señalaron como alguien violenta con ellos.
