¿Has escuchado la palabra “chamba”? ¿Qué evoca para ti? ¿Qué tan familiarizad@ te sientes con ella?
En países como México, chamba significa trabajo, pero un poco más que eso: es ese trabajo que te da de comer, pero que también constituye tu identidad. La relación entre la chamba y la persona, genera una palabra vinculada a la conciencia del trabajo para el sostenimiento de la vida.
¿De dónde viene chamba?
En la Segunda Guerra Mundial y ante la falta de mano de obra debido a que Estados Unidos envió a los hombres al campo de batalla, ocasionó que mujeres y mano de obra mexicana pudieran convertirse en fuerza laboral norteamericana.
El programa que recibió a los connacionales se llamaba Programa Bracero, vigente hasta 1965. En un inicio, el programa vinculaba a los trabajadores extranjeros, de forma exclusiva, a la agricultura; eventualmente las oportunidades se ampliaron a la minería y la construcción.
En ese contexto, para realizar la renovación de contratos, los mexicanos debían dirigirse a la Cámara de Comercio estadounidense o Chamber of Commerce, un nombre difícil de pronunciar y recordar, lo que la convirtió pronto en “La Chamber”, y finalmente ubicada por la población latina como “La Chamba”.
Debido a la difusión a través del cine y la televisión en México, esta palabra se hizo famosa entre mexicanos: “busco chamba”, “Juan es bien chambeador”, para referirse al trabajo, pero sobre todo, para enunciar la relación que entre sujeto y trabajo existe: al compromiso y la parte tan importante que el trabajo tiene en la vida de las personas.
Chamba en Latinoamérica
Esta palabra, sin embargo, parece no ser exclusiva de México. En Ecuador, Perú y Costa Rica, esta palabra también significa trabajo.
En tanto, en Colombia y Venezuela, una valla que delimita un predio, lo que sugiere que quizá en estos contextos, a la realización de ese trabajo se le considere “chamba”. En El Salvador, la palabra hace referencia a las personas llamadas Salvador.
Y hay una tercera situación vinculada con la palabra chamba: su relación con la afrodescendencia en Latinoamérica.
Durante la conquista de territorios, las coronas española y portuguesa introdujeron la esclavitud de personas africanas al continente americano. En este contexto, se cree que la palabra “chamba” también puede ser de origen africano y que, de hecho, deriva de una combinación entre una lengua nativa africana y su combinación con el portugués.
Las siguientes son palabras que pudieron dar origen al simpático concepto:
- Changbe (yorubo): Cortar matorrales o limpiar el terreno.
- Changbo (lucumí): Cortar el monte para la siembra.
- Chamba (suajili): Plantación o heredar, en referencia a un predio que pertenece a una persona o familia.
- Chamba (kiluba): Torre o montículo de tierra.