Este jueves, agentes de ICE detuvieron al periodista Emilio Gutiérrez Soto, posteriormente lo llevarlo a él y a su hijo de 24 años a la frontera con México con la intención de sacarlo del país.
Su deportación únicamente fue detenida por suspensión urgente otorgada por la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), encargada de manejar casos de asilo.
Sin embargo, a pesar de la suspensión otorgada por BIA, ICE se negó a liberar a Gutiérrez y su hijo y fue hasta la 1:30 a.m. del viernes, los llevó al centro de detención de Sierra Blanca, ubicado a hora y media del El Paso, Texas, donde se encuentra su abogado.
“A la espera de una decisión final de la BIA, pedimos a las autoridades de los Estados Unidos que otorguen a Emilio Gutiérrez Soto una liberación condicional inmediata”, dijo Margaux Ewen, directora de la oficina de RSF en América del Norte.
Por su parte, Emmanuel Colombié de la oficina de la RSF’s de América Latina añadió que: “A Emilio se debe deberá garantizar el asilo. El regreso a México, lugar que es estructuralmente violento y donde los periodistas están regularmente en la mira, está fuera de discusión para él”.
Gutiérrez no tiene buenos recuerdos de la ciudad fronteriza tejana de El Paso. Después de huir a través de la frontera hacia los Estados Unidos en junio de 2008, pasó siete meses en un centro de detención de inmigrantes hasta que finalmente fue liberado en enero de 2009 a la espera del resultado de su solicitud de asilo.
Fue hasta 2016 cuando obtuvo una audiencia de asilo. Las conclusiones iniciales de esa audiencia aún se desconocen.
Como reportero del periódico El Diario, ubicado en Chihuahua, Gutiérrez huyó al otro lado de la frontera luego de recibir amenazas de muerte que se cree provienen de personal militar. Un mes antes de su partida, alrededor de 50 soldados llevaron a cabo una redada nocturna en su casa que era completamente ilegal.
Con al menos 11 periodistas asesinados en 2017, México es ahora el segundo país más mortal del mundo para los medios, después de Siria.
