Por razones de seguridad, un grupo de padres de familia retiró a sus hijos de un jardín de niños que opera en una iglesia “santuario”, en Boulder, Colorado.
El hecho ocasionó que la escuela anunciara que cerrará sus puertas a finales de mes, pues las bajas le ocasionaron cuantiosas pérdidas económicas.
La empresa Active Boulder Kids (ABK) Preschool indicó que el fin de sus operaciones en la Iglesia Unitaria Universalista de Boulder (UUCB) se debe a que los padres “expresaron su preocupación” ante la posibilidad de protestas frente a la iglesia.
Los padres temen que ICE sea atraído al lugar en caso de que inmigrantes indocumentados recibiesen refugio en el templo.
En entrevista para la agencia de noticias EFE, Tina Davis, directora del jardín de infantes, sostuvo que “los padres creen que la iglesia no tuvo en cuenta sus preocupaciones”.
Los padres no quieren que sus hijos se “vean asociados con controversias inmigratorias“.
El pasado 29 de octubre, el 90 por ciento de los miembros de UUCB votaron a favor de transformarse en una “congregación santuario”.
Su propósito es “proveer un lugar seguro para aquellos que son víctimas de leyes injustas”.
Según la pastora Kelly Dignan, la decisión de ser “santuario” se basó en parte en la experiencia de una niña hispana en el preescolar de ABK.
La niña llegó a clases trayendo en sus manos la camisa de un hombre y, según dijo, era de su padre que había sido deportado y a quien quería recordar.
En la actualidad, cinco inmigrantes indocumentados están en “santuario” en Colorado, siendo el caso más reciente el de Sandra López, mexicana de 42 años.
Las otras personas son la peruana Ingrid Encalada Latorre, la mexicana Rosa Sabido y los salvadoreños Araceli Velásquez y Elmer Peña.