“La Antigüita” un espacio fundado por la señora Esther Morales quien se dedica a vender tamales y realizar actividades a favor de migrantes, tendrá que cambiar de ubicación en menos de dos meses.
Y es que el inmueble donde se desarrolla el proyecto fue recientemente vendido para convertirse en uno de tantos edificios que hoy en día invaden el primer cuadro de la ciudad.
¿Qué es La Antigüita?
La Antigüita tiene 11 años operando a pocas cuadras de la Avenida Revolución, en Tijuana es popular por los tamales de elote que ahí se elaboran.
Pese a que ya había un acuerdo con el dueño de un local cercano para hacer el cambio de ubicación, esto no podrá ser ya que la persona falleció recientemente.
Con el auge de la gentrificación en la Zona Centro de Tijuana, los precios de las rentas han incrementado exponencialmente.
“Me dijo el nuevo dueño que si había algún cambio y me seguía rentando, ahora debería pagar lo doble y no puedo solo trabajar para pagar la pura renta”, afirmó.
Por esta razón, la señora solicita apoyo de las autoridades de todos los niveles para que le ayuden a encontrar un lugar donde seguir operando.
Pese a que la situación la desanima un poco, asegura tiene muchas cosas que seguir haciendo por la población migrante pues es una “Guerrera Incansable”.
La “Comida Calientita” no puede parar
Además, en gran parte de los albergues para migrantes que operan en Tijuana reconocen a doña Esther (como comúnmente le llaman) por su programa “Comida Calientita”.
En esta actividad, ella junto a voluntarios de distintas nacionalidades, visita los albergues y entrega comida a quienes viven ahí.
Detalló que, cada vez es mayor la actividad que realiza y lo más que ha llegado a entregar son 11 mil platos de comida en un año.
La Antigüita también es una fuente de empleo:
No todo son las manos de los voluntarios que apoyan a la activista, los albergues que visita también canalizan a personas en contexto de movilidad que quieren trabajar.
“Por aquí han pasado más de 50 (trabajadores), todos son temporales, vienen están unos tres meses y luego les llega su cita y se van. Es bonito porque me hablan por redes sociales y ya están en Nueva York, Chicago y muchas partes del otro lado”, dijo.
De esta forma, quienes llegan a trabajar a “La Antigüita” aprenden, apoyan a otras personas que se encuentran en la misma situación y obtienen una remuneración económica.
Enseña técnicas de cocina a mujeres de albergues
Para ofrecer otra alternativa culinaria a los albergues que visita y que las mujeres que viven en ellos aprendan técnicas de cocina, la señora Morales ha impartido distintos talleres.
“Es muy bonito porque todas participan haciendo algo diferente, platicamos y van aprendiendo a cocinar, aquí se desestresan”
El desarrollar otro tipo de actividades colaborativas al interior de los albergues permite que quienes viven ahí tengan una estancia menos complicada.
Pero ¿Quién es Esther Morales?
Originaria de Oaxaca, llegó a Tijuana al ser deportada de Estados Unidos. Se vio obligada a dejar a su hija de aquel lado de la frontera al cuidado de su hermana.
Durante su estadía en el albergue “Madre Asunta” que recibe a personas repatriadas, logró dar los primeros pasos en camino a lo que sería “La Antigüita”.
El albergue del cual salió fue el primero en recibir las aportaciones que la señora Morales ha estado realizando en apoyo a las personas que, como ella llegan a esta ciudad.
Al popularizarse su labor, otros albergues la contactaron y ahora también son beneficiarios. Por otra parte, ya patentó una salsa creada por ella llamada “De Este Lado También Hay Sueños”.
Actualmente está en espera de que “Comida Calientita” se convierta en Asociación Civil para extender el alcance del apoyo brinda.
El 31 de diciembre será el último día de operaciones de “La Antigüita” en su ubicación actual y aún no tiene una opción factible para seguir con su labor.
Sin embargo, está consciente de que esta es para ella la mejor temporada del año por lo que mientras encuentra una solución, no dejará de trabajar.
