Según testigos de Reuters, USA está expulsando a los migrantes a México lejos de las zonas de la frontera en las que los detuvieron. Esto burla la negativa de las autoridades del estado mexicano de Tamaulipas, las cuales dejaron de aceptar el regreso de familias migrantes con niños más pequeños.
La práctica es una señal de que la administración de Joe Biden está endureciendo su enfoque migratorio. Esto, debido a la creciente crisis humanitaria en la frontera entre Estados Unidos y México.
Para detener esta crisis, el gobierno de Joe Biden ha suplicado que los migrantes centroamericanos se queden en casa. Sin embargo, esto no ha logrado evitar que miles de personas sigan migrando al norte.
En entrevistas, algunas familias atrapadas en la frontera en el Valle del Río Grande de Texas dijeron que las trasladaron en avión a El Paso después de haber estado detenidas solo unos días.
Desde allí, funcionarios estadounidenses las escoltaron hasta el puente internacional a Ciudad Juárez, México. Este punto está a unos mil 300 kilómetros de distancia de donde los agentes de la Patrulla Fronteriza los detuvieron por primera vez.
De hecho, un fotógrafo de Reuters vio aviones aterrizando en El Paso esta semana. Todos ellos estaban cargados con decenas de familias migrantes con niños pequeños, incluidos bebés en pañales. Luego vio a las mismas familias cruzando el puente internacional.
Reuters entrevistó a algunos pasajeros una vez que cruzaron a México. Ellos dijeron que los agentes fronterizos los habían despertado en sus celdas de detención por la noche y no les habían dicho a dónde iban. Después los cargaron en autobuses y los llevaron al aeropuerto.
Poca capacidad de albergue
Landon Hutchens, portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijo que el albergue para familias migrantes en el Valle del Río Grande se está quedando sin capacidad. Por este motivo, están enviando a los migrantes a El Paso para su procesamiento, así como a Laredo, Texas y San Diego, California.
Por su parte, Gloria Chávez, jefa de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, dijo que El Paso está recibiendo familias del Valle del Río Grande desde el 8 de marzo.
También dijo que la prioridad era expulsarlos a México. Sin embargo, México sólo puede recibir una cantidad limitada de familias de la región por día. De igual manera, agregó que aún están trasladando a algunas familias a refugios en Estados Unidos.
Estados Unidos ha estado expulsando a miles de personas que cruzan la frontera ilegalmente. Pero Tamaulipas, que se encuentra al otro lado de la frontera con Texas, no ha aceptado familias que regresan con niños más pequeños. Esto presenta un enigma (y un problema) para la administración de Joe Biden.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses han liberado a cientos de familias de los refugios. También les han notificado que comparezcan ante un tribunal de inmigración para reducir el hacinamiento en las instalaciones fronterizas.
Difícil situación en la frontera
Dylan Corbett, director del Hope Border Institute, una organización de defensa, dijo que la mayoría de las familias expulsadas a Ciudad Juárez después de cruzar el sur de Texas tienen hijos menores de siete años.
“Han sido devueltos a Juárez a una situación de extrema vulnerabilidad”, enfrentando peligros de traficantes de personas y grupos delictivos organizados, dice Corbett. También agrega que los refugios en México están llenos debido a la pandemia.
Edna Sorto migró desde Honduras con sus dos hijos pequeños. Días después, se encontraba en el piso de una oficina de inmigración en Ciudad Juárez, poco después de cruzar el puente desde El Paso. Docenas de familias se arremolinaban alrededor de la oficina con algunos niños pequeños y bebés durmiendo en mantas en el piso.
“No nos preguntaron nada sobre por qué veníamos o a dónde íbamos o quién podía recibirnos en Estados Unidos”, dijo Sorto entre lágrimas y gritos de los niños al fondo que decían que tenían hambre. “Vamos a esperar aquí y ver qué nos dicen, ver si podemos encontrar un lugar para quedarnos”.
La administración de Joe Biden se esfuerza por manejar la crisis
La nueva práctica de expulsar familias a una parte diferente de México se produce cuando el gobierno de Biden enfrenta la presión tanto de los críticos como de algunos partidarios por su manejo de la crisis en la frontera.
Los republicanos de la oposición culpan del aumento de los cruces fronterizos ilegales a las políticas de inmigración de Biden. Dicen que el mensaje del presidente es mixto y atrae a posibles migrantes.
Mientras, las advertencias de los funcionarios de la administración de Joe Biden a los migrantes diciendo que no hagan el viaje hacia el norte parecen ignorarse. Y es que los traficantes de personas señalan que se permite la entrada a algunas familias. Con ello, quieren persuadir a los posibles migrantes de que la frontera está abierta.
“Hemos sido claros desde todos los niveles de gobierno que la frontera está cerrada y la mayoría de las personas serán rechazadas o expulsadas bajo el Título 42”, dijo un portavoz de la Casa Blanca, refiriéndose a una orden de salud pública instituida bajo el expresidente Donald Trump en medio de la pandemia.
La orden permite que los migrantes, incluidas sus familias, sean “expulsados” a México o sus países de origen.
Gil Kerlikowske, quien fue comisionado de CBP durante tres años bajo el expresidente Barack Obama, dijo que la gran dependencia de la administración de Joe Biden en la mensajería fue “un gran error”.
“Tenemos más de 25 años de mensajes en México y Centroamérica, desde carteles en autobuses y marquesinas hasta anuncios de radio y más, que dicen: ‘No vengas, es peligroso’, y durante 25 años ese mensaje no ha sido escuchado por completo”.
Mientras tanto, demócratas y activistas dicen que los niños están bajo la custodia de la patrulla fronteriza durante demasiado tiempo. Alegan que estos niños deberían ser entregados más rápidamente a sus familiares u otros patrocinadores.
Más de 500 de los aproximadamente 4 mil 500 niños no acompañados retenidos en las pocas instalaciones de la patrulla fronteriza hasta el jueves han estado allí durante más de 10 días. El límite legal es de sólo 3 días.
