Desde el martes, la administración de Donald Trump comenzó a restringir los permisos de trabajo a los solicitantes de asilo que crucen a Estados Unidos sin autorización. Esto hará más difícil que los migrantes puedan subsistir mientras esperan que un juez defina sus casos.
“Esto es un juego del gobierno de Trump para acabar con los procesos de asilo. Están cerrando todas las avenidas que estos migrantes tienen para sobrevivir, llevar comida a sus mesas y tener un techo”, dijo a EFE la abogada de inmigración Dulce García, directora de Border Angels.
La regla evita que los extranjeros que, sin una buena causa, ingresaron ilegalmente a Estados Unidos obtengan una autorización de empleo con base en una solicitud de asilo pendiente, aseguró USCIS a través de un comunicado.
Además, estableció nuevas prohibiciones y denegaciones de permisos de trabajo. Por ejemplo, a solicitantes de asilo con ciertos comportamientos delictivos no se les permitirá obtener la autorización para trabajar.
?En estos momentos es muy importante que las personas refugiadas y solicitantes de asilo sepan a dónde acudir en caso de necesitar atención.
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— ACNUR México (@AcnurMexico) August 21, 2020
También extendió el tiempo de espera antes de que un solicitante de asilo pueda pedir autorización de empleo, de 150 a 365 días de calendario. Por lo cual, los deja sin poder trabajar legalmente durante un año.
Asimismo, la regla limita el período de validez de la autorización de empleo a un máximo de dos años. De igual forma, termina automáticamente la autorización cuando la denegación de asilo de un solicitante es administrativamente definitiva.
“No solo están afectando a los latinos con esta norma. Actualmente en los centros de detención encontramos muchos solicitantes de asilo de África que han hecho viajes de meses para encontrar que tus oportunidades de asilo son mínimas”, dijo García.