Donald Trump respaldó la decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) de autorizar el uso de plasma sanguíneo de pacientes que se han recuperado del Covid-19 como tratamiento para el coronavirus.
El domingo por la mañana, la Casa Blanca había informado que anunciaría un “gran avance terapéutico” referente al coronavirus. En la rueda de prensa participaron Alex Azar, secretario de Salud y Servicios Humanos, así como el doctor Stephen Hahn, jefe de la FDA.
El anuncio llegó un día después de que Trump acusó a la agencia de impedir el lanzamiento de vacunas y terapias contra el Covid-19 por razones políticas.
Asimismo, la FDA hizo una llamada de autorización de uso de emergencia. El anuncio también se produce en vísperas de la Convención Nacional Republicana, donde Trump será nominado para dirigir su partido durante cuatro años más.
JUST ANNOUNCED: @US_FDA has issued an emergency use authorization for convalescent plasma as a treatment for Coronavirus. pic.twitter.com/tzOhl32com
— The White House (@WhiteHouse) August 23, 2020
En una publicación de Twitter, Trump escribió que el Estado profundo o quien sea en la FDA estaba dificultándole a las farmacéuticas inscribir a personas en ensayos clínicos para probar vacunas y terapias.
“Obviamente, están esperando retrasar la respuesta hasta después del 3 de noviembre. Hay que concentrarse en la velocidad y salvar vidas”, escribió Trump.
La FDA declaró que la evidencia preliminar sugiere que el plasma sanguíneo puede disminuir la mortalidad. También podría mejorar la salud de los pacientes cuando se administra en los primeros tres días de su hospitalización. Sin embargo, no quedó claro de inmediato cuál sería el impacto inmediato de esta decisión.
Thanks to President @realDonaldTrump’s leadership, the FDA has issued an Emergency Use Authorization for convalescent plasma, another safe and effective therapeutic identified in treating the China Virus.
— Kayleigh McEnany (@PressSec) August 23, 2020
La pandemia ha remecido a Estados Unidos, donde han muerto más de 176 mil personas y casi 5.7 millones son contagiados con el Covid-19.