Juan Pablo Sánchez Delgado, un mexicano migrante que fue detenido el año pasado por explotar a migrantes indocumentados, fue condenado a 10 años de prisión por los delitos de lavado de dinero y tráfico de migrantes.
The stark, white walls of the Cyber Crimes Center are a direct contradiction to the work that takes place within them. The ICE HSI Cyber Crimes Unit investigators submerge themselves in the world of illicit criminal activity that takes place in the shadows of the Darknet. pic.twitter.com/gVH82tTki1
— ICE (@ICEgov) December 4, 2019
Juan Pablo fue acusado de lavar dinero de los migrantes que albergaba y daba trabajo de manera ilícita y a los cuales, le pedía 50 dólares por cada cheque que expedían.
Después de 3 años y medio de realizar estas acciones, Delgado juntó una fortuna de casi 5.6 millones de dólares gracias a las ganancias de 3 empresas contratistas, un mercado de abarrotes y un restaurante mexicano.
Delgado, quien también es indocumentado, admitió que entre enero de 2015 y julio de 2017, conspiró con supervisores de múltiples corporaciones agrícolas para suministrar a esas empresas, trabajadores que no estaban autorizados a trabajar o permanecer en los Estados Unidos.
Las corporaciones contrataron a Sánchez-Delgado en un intento de evitar la responsabilidad penal por violaciones laborales, dijeron las autoridades.
Un funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comentó que Juan Pablo esclavizaba a sus trabajadores y los obligaba a pagar honorarios para conseguir trabajo.
La esposa de Sánchez-Delgado, Magdalena Castro-Benítez, fue sentenciada a dos años y medio de prisión por ser la “administradora de dinero” de su esposo y otros 130 trabajadores del mexicano también fueron detenidos, pero liberados inmediatamente si se disponían a cooperar con las investigaciones.