De acuerdo con el Fiscal Federal, Timothy J. Downing, dos guardias de la prisión de Oklahoma fueron acusados de distribuir metanfetamina.
Los cargos penales hacia los acusados fueron furto de un a investigación realizada por estas agencias:
- Inteligencia de Amenazas de Seguridad del Departamento Correccional de Oklahoma
- Fuerza de Tarea de Drogas del Fiscal de Distrito de Oklahoma para el Distrito 2
- Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE. UU.
Los acusados son, Micah Lynne Wascher, de 36 años y Travis Eugene Wascher, de 42 años, ambos de Canute, Oklahoma y eran oficiales en el Centro Correccional de North Fork en Savre.
Luego de una declaración jurada en apoyo de una denuncia penal, miembros del Departamento de Correcciones de Oklahoma confiscaron el teléfono celular de un recluso de North Fork, esto el 27 de mayo.
Se presume que el grupo de Inteligencia de Amenazas de Seguridad del Departamento descubrió un teléfono que evidenciaba comunicaciones regulares entre el recluso que tenía el celular con otro de los internos llamado, Micah Lynne Wascher.
Lo que arrogaban las evidencias era que supuestamente uno de los reclusos había recibido dinero en una tarjeta de crédito prepaga Green Dot de Wascher.
Cabe mencionar que los presos en cuestión son presuntamente miembros de la Hermandad Aria Universal.
Según la declaración jurada, los oficiales del Departamento de Correccionales obtuvieron una orden judicial y registraron la casa de los acusados en Canute, donde se encontraron:
- 72 gramos de una sustancia blanca muy parecida al cristal, que dio positivo en el campo para metanfetamina.
- Así como 11 teléfonos celulares
Ambos acusados fueron arrestados el 6 de agosto, y el miércoles 7 de agosto un gran jurado federal devolvió una acusación formal que los acusa a ambos de 3 delitos:
- conspirar para distribuir metanfetamina
- poseer metanfetamina con la intención de distribuir
- mantener un local relacionado con drogas.
“Los habitantes de Oklahoma esperan que los funcionarios de prisiones hagan cumplir nuestras leyes, no que usen sus posiciones para introducir contrabando, como drogas y teléfonos celulares”, dijo el fiscal federal Downing.
“Me complace trabajar con los funcionarios de correcciones estatales para garantizar que las cárceles de Oklahoma estén libres de este tipo de corrupción”.
Por otro lado, si se les encuentra culpables de cualquiera de los dos primeros cargos, cada acusado enfrentaría una pena potencial de 40 años en la cárcel, y una multa de hasta 5 millones.
A cada acusado también se le exigirá que cumpla un período de libertad supervisada de al menos cuatro años y hasta la vida.
En tanto si se les encuentra culpables del tercer cargo, cada uno podría ser encarcelado hasta 20 años y estar sujeto a una multa de hasta 500 mil dólares, además, de tres años de libertad supervisada.
Nicholas J. Patterson y Jason Harley, son los fiscales federales adjuntos del distrito occidental de Texas, están procesando este caso.
Sin embargo, se debe mencionar que estos cargos son meramente alegaciones y que cada acusado se presume inocente a menos hasta que se pruebe su culpabilidad más allá de una duda razonable.