Eran las 10 en punto de la mañana del 1 de diciembre de 2018 cuando, la otrora Residencia Oficial de “Los Pinos”, hoy convertida en el Complejo Cultural “Los Pinos”, abrió sus puertas a toda la gente.
A partir de este día histórico, quien quiera visitar “Los Pinos” no necesitará invitación “VIP”. El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien hoy tomó las riendas de México, decidió no vivir en “Los Pinos”, un lugar –con varias residencias y oficinas– que fue habitado por catorce mandatarios desde Lázaro Cárdenas hasta Enrique Peña Nieto.


“Peña dejó el espacio (Casa Miguel Alemán) hasta las 23:59 horas de ayer (30 de noviembre)”, comentó uno de los trabajadores del Bosque de Chapultepec. “Jamás me imaginé venir aquí… No dejaron ni una cortina, ni un jarro, ni un tenedor, ni una basura, se llevaron todo”, señaló una de las visitantes. Los estantes y los escritorios de las oficinas estaban vacíos, excepto los libreros de la biblioteca.

“Vinimos porque el presidente nos abrió la puerta a todos. Él dijo que ya era de nosotros. Queremos ver cómo era la cocina, la recámara, el baño. Queremos ver si Peña usaba el mismo papel que nosotros”, comentó don Juan, vecino de Iztapalapa.

Una escalinata de mármol, puertas y ventanas con acabados de madera, un piano, los candelabros, los pisos relucientes, los barandales de bronce, la biblioteca José Vasconcelos intacta, un comedor para 28 personas, una cocina blanquísima, las habitaciones familiares y la habitación del presidente con un vestidor están vacías: “mira que vestidor tenían estos cabrones, y yo apenas si tengo un cajón”, reclama una mujer. Es lo que pudimos ver en poco tiempo. Los vigilantes nos apuraban el paso.




Al pasar por la “pequeña” sala de cine, una mujer propone: “¡que aquí proyecten Roma!” (se refería a la película de Alfono Cuarón que sólo podrá exhibirse en salas independientes y en Netflix).

En el sótano, donde se encuentran los cuartos de máquinas, hay un búnker, una fortaleza blindada, un lugar antinarcóticos, híper-vigilado, que transformó a “Los Pinos” en tiempos de Felipe Calderón.

Al salir de ahí, Don Rubén Hernández, arquitecto de profesión, quien llegó a la “toma de Los Pinos” con sus familiares y amigos desde Zacoalco de Torres, Jalisco relató:
“Si hay un búnker en ‘Los Pinos’ es porque había necesidad de guardar muchos secretos e historias muy oscuras de este país. Ahí se tomaron decisiones en total secrecía”.

Don Rubén cerró su reflexión al decir: “lo que hoy vemos es algo inédito, nos da la oportunidad de conocer y saber cómo vivían las altas autoridades de este país con nuestros recursos, y vemos que es algo ostentoso que contrasta con la pobreza de la mayoría de los mexicanos”.
La Región más Transparente
Este 1 de diciembre, “la región más transparente del aire” mostró su esplendor, esa ciudad maravillosa que se extiende sobre el Valle de Anáhuac que nos habían descrito figuras de la historia y la literatura mexicana y universal como Alexander Von Humboldt, Alfonso Reyes o Carlos Fuentes.
Como pocas veces, la calidad del aire era buena en el municipio de Miguel Hidalgo de la Ciudad de México donde se ubican “Los Pinos”.
Hasta el viento favoreció que los volcanes Iztaccíhuatl y el Popocatépetl dejaran ver sus cumbres nevadas. Pasado al mediodía, la temperatura no pasó de los 25 grados Celsius.

Con un cielo completamente despejado y bajo un sol incandescente, las personas se dieron cita en el jardín de la “hondonada” para ver la transmisión en directo de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador.

En un ambiente de fiesta, la gente se tomaba selfies, se asomaba por las ventanas de la Casa Miguel Alemán, recorría las calzadas, veía las estatuas de bronce de los ex presidentes en una galería al aire libre, los letreros de “no hay paso” se borraron. Y fue así que Conexión Migrante estuvo presente en este momento histórico: “la toma de ‘Los Pinos’”.

Los Pinos
De acuerdo con información de la Secretaría de Cultura Federal, la Residencia Oficial de Los Pinos se habilitó en el rancho “La Hormiga” por indicaciones del presidente Lázaro Cárdenas. En 1934, el presidente Cárdenas escribió en sus apuntes que no viviría en el Castillo de Chapultepec a fin de convertirlo, por su relevancia histórica, en un espacio de acceso libre al público. En 1935, la casa del rancho “La Hormiga” cambió de nombre a Residencia Oficial de “Los Pinos” en honor a una finca donde Lázaro Cárdenas conoció a su esposa, doña Amalia Solórzano.