Sergio Carrillo, es un mexicano de 40 años, el cual fue detenido injustamente el 25 de julio de 2016 por autoridades migratorias al salir de un The Home Depot ubicado en Rialto, California.
Sin embargo, el problema es que es que a pesar de que Carrillo es ciudadano estadounidense desde 1994 pasó tres días bajo arresto.
Este miércoles, a más de un año de que este hecho tuviera lugar, la Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU) y abogados federales llegaron a un acuerdo para pagar a Carrillo 20 mil dólares en compensación por su arresto.
La demanda presentada por ACLU sostenía que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) ignoró a Carrillo, quien notificó en repetidas ocasiones que era ciudadano estadounidense.
“Creo que es particularmente alarmante que nunca tomaron medidas para investigar su ciudadanía”, dijo la abogada Jennie Pasquarella, directora de derechos de inmigrantes de ACLU de California. “Afirmó que era ciudadano una y otra vez, y nadie lo tomó en serio”.
Por su parte, la portavoz de ICE, Lori Haley, dijo el miércoles en un correo electrónico que la agencia no puede divulgar información específica sobre ciudadanos de los Estados Unidos.
En tanto, ACLU recrimina que Carrillo fue objetivo solo porque nació en México y no apareció en la base de datos de inmigración.
Además, ICE rompió su propia política, la cual establece que el reclamo de ciudadanía de un arrestado debe ser investigado a la brevedad. En cambio, ignoraron las súplicas del hombre y no verificaron su estado de ciudadanía.
Más casos
Esta situación no es una excepción, a principios de año Guadalupe Plascencia, una residente de San Bernardino de 59 años, fue detenida por las autoridades de inmigración por su deportación a pesar de que ella era ciudadana estadounidense.
Esta mujer solo pudo salir en libertad hasta que su hija presentó el pasaporte que la acreditaba como ciudadana estadounidense.
