Nagyelin Hurtado y Lupita Andrade son integrantes de Capellanes del Desierto, una organización sin fines de lucro dedicada a la búsqueda de migrantes en el desierto de Arizona.
En 2021, Lupita atendió la primera llamada de un padre buscando a su hijo que salió de Guatemala, un poco confundida y sin saber cómo obtener las coordenadas se enfrentó a un terreno desconocido.
Ahora es una experta en localizar hermanos migrantes desaparecidos brindando esperanza y apoyo a quienes buscan a sus seres queridos.
Uno de los momentos más impactantes para Lupita ha sido la búsqueda de un migrante que tuvo una duración de 18 horas.
En una ocasión, también presenció el reencuentro entre un hermano y el cuerpo de su ser querido desaparecido.
“Fue muy fuerte escuchar que el hermano le estaba pidiendo perdón por no poder ayudarlo cuando más lo necesitaba”.
“Es una labor muy linda, pero es muy triste. Nos gusta ayudar” –Agrega Nagyelin.
La empatía la conduce: Nagyelin
Por otro lado, la joven venezolana se unió a los capellanes hace tres meses. Su motivación para unirse fue la experiencia de su hermano, quien emigró primero a Estados Unidos.
La vivencia de su hermano en tierras extranjeras la inspiró a formar parte de este grupo, buscando ofrecer apoyo y consuelo a aquellos que, como su hermano, se encuentran lejos de su hogar en busca de mejores oportunidades de vida.
“Sabemos en carne propia lo que se siente” (haciendo referencia al hecho de tener un familiar migrando).
“La migración para las mujeres es dos veces peor”.
Ambas señalan que las mujeres se enfrentan a mayores peligros al momento de migrar a comparación de los hombres.
Lupita destaca que el 99% de las mujeres sufren abuso sexual al cruzar la frontera, incluso si van acompañada de sus parejas o de algún familiar.
En este sentido, su objetivo es seguir ayudando desde Estados Unidos a las personas que no pueden ir a buscar a sus familiares y seres queridos.
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Un mensaje para las mujeres migrantes
Ambas recomiendan a las mujeres que no crucen el desierto porque los riesgos a los que se enfrentarán son muy altos, la violencia de género y las condiciones del clima árido.
Finalmente, Andrade y Hurtado se sienten motivadas a seguir aprendiendo para apoyar a las familias de los migrantes.
Capellanes del desierto está conformada por 27 personas originarias de varios países como Honduras, Guatemala y Venezuela.
