El pasado viernes entró en vigor una ley que amplía la protección en el trabajo a las madres lactantes en Estados Unidos, ésto con el fin de garantizar tiempo y un espacio reservado para que puedan amamantar a sus bebés.
El Congreso aprobó la regulación en diciembre del 2022 con el apoyo de ambos partidos y fue firmada por el presidente Joe Biden.
Las madres lactantes ahora tendrán más protección en su trabajo
La norma “Suministro de Protección Maternales Urgentes para Madres Lactantes”, conocida en inglés como PUMP, permite a las trabajadoras denunciar a sus empleadores si no cumplen con la ley.
Esta norma indica que las empresas deben tener un espacio privado, que no sea un baño, y darles el tiempo necesario para alimentar a sus bebés.
Con la legislación PUMP se extienden las garantías a las madres trabajadoras lactantes que no podían acceder a Obamacare.
Y es que, anteriormente algunas madres con determinadas profesiones quedaban fuera de la protección de salarios.
Trabajadoras como profesoras, enfermeras, transportistas, fotógrafas y periodistas ahora tendrán derecho a amamantar a sus bebés en un lugar privado y a un descanso.
Los efectos negativos de no proteger a las trabajadoras lactantes
La falta de protección en el trabajo para madres lactantes tiene efectos negativos debido a la discriminación que sufren.
Además, la ausencia de estas garantías para las mujeres pueden generar acoso sexual en el lugar de trabajo.
Según datos del Center for WorkLife Law, el 74% de los casos de discriminación a las madres estan relacionados al prejuicio económico.
Mientras que el 63% de las trabajadoras perdió su empleo, ya sea por despido o por abandono por decisión propia.
Es por ello que esta nueva ley representa un gran beneficio para ellas, ya que tendrán un espacio privado en sus lugares de trabajo para no sufrir acoso o comentarios incómodos por parte de sus compañeros.
