La hiperinflación de Venezuela ha creado un gran impacto en el valor de las remesas. Hace unos años, un envío de 100 dólares podía ayudar a una familia a cubrir sus gastos de comida y medicamentos por un mes, ahora eso es imposible.
El número de familias que dependen de las remesas aumentó del 5% en 2016 al 35% en 2021. De acuerdo con Creative Associates en Washington, cerca de 3 millones de hogares en Venezuela dependen de las remesas.
En cuanto al monto que se envía, el promedio de los envíos desde Estados Unidos va desde los 700 hasta los 3 mil dólares mensuales. Manuel Orozco, director del Centro para la Migración en Creative Associate, aseguró que el envío de remesas no ha cambiado, excepto en el 2020 cuando cayeron un 20%.
“El inmigrante envía de acuerdo con dos cosas, sus niveles de ingresos y los costos de vida en el país de origen”, afirmó Orozco.
La inestabilidad del tipo de cambio y el alto precio de algunos productos ha hecho que el dinero ya no rinda de la misma manera. Antes, las familias podían comprar más cosas con el dinero que se envía.
Venezuela necesita las remesas
Según expertos, el envío de remesas se ha convertido en un factor importante para el gobierno de Venezuela. Ahora, con montos de entre 3 mil y 4 mil millones de dólares al año, las remesas representan el 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Debido a la importancia de las remesas para la economía del país, el presidente Nicolás Maduro anunció en 2018 facilidades para su recepción. Un ejemplo, es la creación de una plataforma que facilita el pago en criptomonedas.
Manuel Orozco asegura que el gobierno está flexibilizando los mecanismos porque está consciente de que el país es una economía dolarizada. Además de que Venezuela no está generando riqueza y de que el dinero está entrando desde el extranjero.
Orozco no descarta que se produzcan mejoras en las redes de pago, lo que permitiría que las empresas de remesas en Venezuela empiecen a ofrecer transferencias de dinero por canales oficiales.
A pesar de que las remesas generan beneficios para los venezolanos y una cierta estabilidad macroeconómica en el corto plazo, los expertos aseguran que no ayudan a resolver la crisis económica del país.