El lunes, decenas de miles de residentes del sur de California recibieron la orden de evacuar de sus casas. Esto ocurrió ante la proximidad de incendios forestales al sur del área de Los Ángeles que ha consumido ya más de 800 hectáreas.
Los meteorólogos advirtieron que fuertes vientos y una muy baja humedad avivaban las llamas en el Condado de Orange hacia las viviendas en Irvine. Esta comunidad tiene una población 280 mil personas a unos 60 kilómetros al sur de Los Ángeles.
Las autoridades ordenaron evacuaciones para alrededor de 90 mil 800 residentes de Irvine y sus alrededores, mientras las llamas ardían en cañones y laderas de las montañas de Santa Ana.
El infierno comenzó durante la mañana del lunes. En la tarde ya se había cuadruplicado y cubría una extensa área con mucho humo y cenizas. Hasta ahora no se habían reportado pérdidas de propiedades. Sin embargo, dos bomberos de los 500 que combatían las llamas sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado. Además, cientos de personas estaban sin electricidad.
Apagones preventivos, una medida para evitar incendios en California por los fuertes vientos.
➡️ https://t.co/VRaHtbCg9c pic.twitter.com/spuZcMGtGc— Univision LA (@Univision34LA) October 27, 2020
Otro incendio en Yorba Linda, a 27 kilómetros al norte de Irvine, surgió en la tarde. Había consumido más de 445 hectáreas y forzado evacuaciones. Cabe destacar que hasta el momento no se sabía cuál fue el origen de estos incendios.
Estos dos últimos incendios se suman a una de las peores temporadas de incendios forestales en California. En su mayoría, estuvieron ocasionados por etapas de extremo calor, sequía, vientos y tormentas eléctricas. Según los científicos, son consecuencia del cambio climático.
Las llamas han consumido más de 16 mil 500 kilómetros cuadrados, miles de viviendas y han dejado 31 muertos, en su mayoría en el norte del estado. Las autoridades advirtieron que persisten las condiciones para más fuegos forestales. Los vientos mantienen una fuerza de hasta 130 kilómetros por hora.