Esta es la historia de éxito de la ahora dueña de Comal y Canela, uno de los restaurantes de comida mexicana más reconocidos de Toronto, Canadá, pero que nunca imaginó dedicarse a lo que hace ahora.
Yasmen De León, nacida en México que, aun siendo una niña de brazos, fue llevada por sus padres a Estados Unidos en busca de un futuro para sus hijos.
“Cuando llegamos a Estados Unidos, mi papá nos prohibió hablar español por miedo a que la gente supiera que éramos migrantes mexicanos ilegales”, cuenta Yasmen en entrevista con Conexión Migrante.
“¡Volví a aprender mi idioma a los 15 años!”, cuenta Yasmen, quien decía ser nativo americana cuando le preguntaban por su origen.
De León relata que muchas veces los niños que saben que “no tienen papeles” sólo pueden verse trabajando en labores de limpieza o en el campo.
No así sus hermanos pequeños, quienes, al nacer en EU, podían soñar con ser abogados o doctores debido a su estatus migratorio.
Por ello, a los 9 años de Yasmen, sus papás decidieron migrar hacia Canadá, donde pensaron que la legalización sería más fácil.
“A veces la gente piensa que en un par de meses ya tendrán la residencia, pero yo me legalicé en Canadá hasta los 19 años”, relata la dueña de Comal y Canela.
Pero fue hasta hace dos años, que buscando mole, se encontró con un restaurante que servía este platillo, pero cuyo sabor dejaba mucho que desear.
“Cuando probé ese mole sin sabor, supe que tenía que hacer algo para que los paisanos pudiéramos calmar el antojo de comida mexicana de verdad”, contó Yasmen.
“Yo trabajaba y siempre salía a buscar comida, pero solo encontraba americana. Yo quería tamales como los que hace mi mamá”, dijo.
Fue así que la inspiración llegó a Yasmen y decidió emprender con su propio restaurante.
Ahí pudo aplicaría los conocimientos de cocina que su mamá le enseñó desde los 4 años de edad.
Actualmente Comal y Canela es visitado por algunos de lo chefs más reconocidos de Canadá.
Así como por comensales de todos los orígenes: chinos, coreanos y por supuesto mexicanos.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para los migrantes, por eso Yasmen recomienda legalizar la migración desde México.
“No se rajen, el camino es largo y difícil. Mi mamá nunca pensó que sería tanto tiempo para ver los beneficios”, explica.
“Son décadas para crear vida en otro país, se necesita fe en Dios para perseverar, adecuarse al trabajo y al ahorro”, recomienda Yasmen a quienes desean migrar.
Pero también pide a la familia que se queda en México entender a los migrantes, que a veces trabajan hasta 20 horas.
Y que a veces olvidan invertir en su país de origen, pues en caso de ser deportados, no tienen casa a donde llegar y pierden todo en Estados Unidos.
Estos días, con la emergencia mundial por el coronavirus, Yasmen se ha visto obligada a suspender la visa de trabajo para uno de sus chefs.
Pero continúa trabajando con envío a domicilio de sus platillos, y espera muy pronto regresar al trabajo “normal”.
Si te encuentras en Toronto y tienes antojo de unos ricos tacos, no dudes en buscar a Yasmen en Comal y Canela. Te recibirá con los brazos abiertos.