Cientos de manifestantes salieron este viernes a las calles para protestar en contra de la separación familiar y las políticas migratorias, solicitaron el cierre del centro de detención de Berks, en Filadelfia y el cierre del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Luego de que el presidente Donald Trump confirmará este viernes que los operativos ICE comenzarán el domingo, varios grupos de activistas promigrantes salieron a manifestarse en diversas partes de los Estados Unidos.
El grupo de activistas “Familia Amigos” se dio cita por la mañana en Filadelfia, para solicitar el cierre del centro de detención de Berks, (Berks County Residential Center), ubicado en Leesport, Pa, a unas 60 millas al noroeste de Filadelfia.
Emma Restrepo, una activista promigrante, realizó una transmisión en vivo vía Facebook, donde dijo que a pesar de que se logre el cierre este centro de detención de Berks, no se resolverá el problema de la migración con ello.
“El problema es más grande que eso, puede ser un buen principio pero si no hay centro aquí en Berks habrá otro, así que el punto es terminar con esta política de inmigración que tanto sufrimiento y daño le ha hecho a la imagen de los Estados Unidos”, dijo Restrepo. “Es una crueldad lo que está sucediendo aquí con todos los niños latinos y las familias latinas”.
“Esta pesadilla debe que terminar, Trump y Pence se tienen que ir”, se leía en una de las mantas de protesta.
La activista reconoció que nunca había visto una manifestación como en la que se encontraba presente, “parece que la gente está cansada de esta política de inmigración”. Añadió que, además de solicitar el cierre de Berks, los manifestantes solicitaban el cierre de ICE.
En la ciudad de Kansas tampoco se hicieron esperar las manifestaciones, pues en Duglas, Wichita, KS, manifestantes de Sunflower Community Action y ICTindivisible, invitaron a las personas a sumarse a la causa.
“Las familias deben permanecer juntas”, “Deportación es separación”, “Abolir ICE”, “ICE no se juega con las vidas humanas, Trump vergüenza americana”, “Nunca más”, fueron algunas de las consignas que se leían.
