Durante la reunión de este viernes entre el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, se vivió un momento dolorosamente incómodo, después de que pareciera que el magnate neoyorquino se negó a estrechar la mano de la mandataria.
Ambos mandatarios se encontraban sentados en la Oficina Oval de la Casa Blanca frente las cámaras de los periodistas que registraban la visita de Merker a la Unión Americana.
Uno de los fotógrafos preguntó: “Podemos tener un apretón de manos”. Por lo que la canciller alemana se acercó a Donald Trump y le preguntó: “¿Quieres que nos demos la mano?”, sin recibir respuesta del Presidente estadounidense.
Donald Trump no respondió, ni siquiera volteó a verla, jugaba con su manos mientras miraba nervioso a los periodistas. Ante ese gesto, la funcionaria alemana sólo sonrió a las cámaras.
Sorry, no handshake for the woman who ruined Germany. pic.twitter.com/jQWxOh3qBq
— Paul Joseph Watson (@PrisonPlanet) 17 de marzo de 2017
Sin embargo, minutos antes, a la llegada de la canciller alemana a la Casa Blanca, Trump había tenido un gesto de cortesía al salir a recibirla, algo poco habitual en la recepción de mandatarios extranjeros. También se hicieron fotos en las puertas del Despacho Oval, en las que el presidente sí estrechó la mano de la canciller.
“Merkel está arruinando a Alemania”
Durante su campaña presidencial, Donald Trump, declaró que la canciller de Alemania estaba “arruinando Alemania” por su política de apertura a refugiados de países musulmanes.
Aunque, pocos meses después, Trump declaró que el líder extranjero al que más admira es, precisamente, Angela Merkel.
