Marco Rubio, Senador cubano y republicano por Florida, afirmó el domingo pasado que a los jóvenes que llegaron a Estados Unidos a edad temprana no se les debería de renovar su estado legal bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Sin embargo, ante la lluvia de críticas, el político de ascendencia cubana, moderó sus dichos y expuso que lo primero es asegurar la frontera y después buscar una forma para que los jóvenes legalicen su estado migratorio.
El domingo, entrevistado en el programa “Meet the Press”, de la cadena NBC, Rubio planteó sugerencias a Donald Trump, Presidente electo de Estados Unidos.
“Mi recomendación sería que no eliminen su estado [legal] en forma retroactiva, pero a partir de cierto tiempo la gente no podría aplicar para renovarlo”, dijo.
Aunque al final del programa el legislador habló en forma compasiva y subrayó que estos jóvenes no eran criminales y se les debería de ayudar en alguna forma, sí externó que la ayuda debería ser legal y “no inconstitucional” como lo hizo el Presidente Barack Obama.
El programa de DACA fue un decreto que realizó el presidente Obama en el 2012, luego de que el Congreso no llegara a una solución sobre la reforma migratoria. DACA tiene como objetivo de ayudar le a los jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos a edad temprana y que ahora ya están en edad de trabajar o ir a la universidad y no habían podido hacerlo por su estado migratorio.
Con este programa, los jóvenes reciben un seguro social que les permite hacer ambas actividades aunque este amparo se tiene que renovar cada dos años.
Durante toda su campaña presidencial, Trump afirmó que eliminará DACA tan pronto llegara a la Casa Blanca, pero sus continuos cambios de postura en un gran número de temas dan la esperanza a cientos de miles de jóvenes para que les permita seguir estudiando y trabajando legalmente. Se estima que unos 700 mil jóvenes están amparados bajo la política migratoria iniciada hace cuatro años.
