El solsticio de verano es un evento que marca un hito en el calendario anual, celebrando la llegada del verano en el hemisferio norte. Con su ocurrencia anual, el solsticio de verano influye en la duración de los días y las noches, y su observación revela la precisión y el ingenio con que antiguas civilizaciones estudiaron el movimiento del Sol.
A lo largo del tiempo, este evento sigue siendo una fuente de fascinación y estudio, conectando el pasado con el presente a través de la ciencia y la tradición.
De acuerdo a Stephen Schneider, profesor de astronomía en la Universidad de Massachusetts (UMass Amherst), el solsticio de verano marca el inicio oficial del verano. Este es el día más largo y la noche más corta del año para el 88% de la población de la Tierra que vive en el hemisferio norte.
Los astrónomos pueden calcular el momento exacto del solsticio cuando la Tierra alcanza el punto de su órbita en el que el Polo Norte se ubica en el ángulo más cercano al Sol. El solsticio de verano de este año va a ser a las 10:58, hora del este, el 21 de junio. Desde la perspectiva de la Tierra, el Sol va a aparecer más al norte en relación con las estrellas. Por su parte, las personas que viven cerca del Trópico de Cáncer verán el Sol pasar por encima de sus cabezas al mediodía.
Durante los próximos 6 meses, el Sol alcanzará su extremo sur y pasará por encima de la cabeza de las personas que viven bajo el Trópico de Capricornio. Por su parte, los habitantes del hemisferio norte vivirán los días más cortos del año en el solsticio de invierno.
El Sol cambia su ángulo con respecto al ecuador de la Tierra gradualmente cerca de los solsticios. Sin instrumentos, el movimiento de posición del Sol es difícil de percibir durante unos días. Ese es el origen de la palabra solsticio, la cual significa “parada solar”.
Esto significa que el 21 de junio es solo aproximadamente un segundo más largo que el 19 de junio en latitudes septentrionales medias. Tiene que pasar aproximadamente una semana antes de que se produzca un cambio de más de un minuto en la cantidad de luz diurna. Sin embargo, esto puede ser una aproximación, ya que la atmósfera de la Tierra curva la luz sobre el horizonte en diferentes cantidades dependiendo del tiempo, lo que puede provocar cambios de más de un minuto en las horas de salida y puesta del sol.
Los monumentos como Stonehenge en Inglaterra, Karnak en Egipto y Chankillo en Perú revelan que los pueblos de todo el mundo han estudiado el movimiento del Sol hacia el norte y el sur durante más de 5 mil años.
Desde el círculo de piedras erguidas de Stonehenge, el Sol sale directamente sobre una antigua avenida y se retira hacia el noreste durante el solsticio. Poco sabemos sobre quienes construyeron Stonehenge y por qué se esforzaron en construirlo trayendo piedras de varias toneladas a 140 millas de distancia. Todo ello para marcar el punto en el horizonte al que el Sol vuelve todos los años antes de desplazarse hacia el sur.
