Comida Calientita A.C. es el nombre oficial del nuevo espacio liderado por la señora María Esther Morales Guzmán en el que continúa con una nueva etapa para apoyara a la comunidad en movilidad.
Y es que esta mañana entre mariachis y la compañía de las personas que la han acompañado durante los últimos años, inauguró el local en el que ahora opera de forma oficial Comida Calientita, A.C.
Además, que aprovechó para celebra un año más de vida.
Seis meses de sin local, pero no inactiva
Con la llegada de 2024 la señora Morales cerró “La Antigüita” un establecimiento de venta de tamales con el que solventaba lo que ahora es su actividad principal.
Preparar alimentos para diversos albergues que atienden a las personas migrantes en Tijuana.
Sin embargo, en este medio año sin un espacio físico propio, los albergues y sus residentes no dejaron de recibir los platillos elaborados por doña Esther.
Luego de verla cocinando en un campamento improvisado, dio a conocer que ya encontró un lugar dónde echar a andar su proyecto.
La evolución de “La Antigüita” a Comida Calientita A.C.
Si bien, “La Antigüita” ya era un lugar aclientado, las condiciones para sostener los gastos de renta y mantenimiento del establecimiento se fueron complicando.
Por esta razón doña Esther prefirió abandonar el giro comercial de su proyecto y se quedó solo con la parte operativa de atención y apoyo a los albergues.
De esta forma dio por concluido el ciclo de su local de venta de comida y se transformó en la Asociación Civil “Comida Calientita”.
El local se encuentra a escasos metros del lugar donde por años fuera conocida por la venta de tamales de elote.
“Para mí, es otro éxito. Quizás caí cuando me quitaron mi lugarcito, me puse triste, pero me puse a pensar que tengo que salir adelante y la vida sigue”, declaró.
Fortaleciendo el compromiso con la comunidad migrante
La señora Esther es una mujer que fue deportada y separada de su familia ya que su hija, entonces adolescente se quedó del otro lado del muro.
Al llegar a Tijuana y sin conocer a nadie, encontró en uno de los albergues de la ciudad el resguardo que necesitaba y además la instrucción para aprender un oficio.
Fue como comprendió que con la venta de alimentos podía volver a empezar y además de generar recursos propios, convertirse en una fuente de empleo.
Durante su etapa como “La Antigüita”, doña Esther dio empleo a personas migrantes que vivían en los albergues.
Ahora, dentro de Comida Calientita A.C. cuenta con un equipo reducido pero que invierten su esfuerzo en regresar a la comunidad en movilidad un poco de empatía a través de los alimentos.
Entre los albergues que visita semanalmente destacan Movimiento Juventud 2000, Jesucristo Vive, Volviendo a la Patria, Pro Amore, entre otros.