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Consulado en Dallas pide protección a USA contra manifestantes que se quejan por venta de citas

Migrantes manifestándose frente al consulado mexicano en Dallas. | Foto: Facebook de Carlos Quintanilla.
Los usuarios del consulado mexicano en Dallas se han quejado de que no consiguen citas porque algunos "vendedores" las acaparan todas en cuanto se abre el sistema. Este problema no es reciente.

El 25 de enero de este año, un grupo de migrantes mexicanos se manifestó frente al consulado mexicano en Dallas contra la venta ilegal de citas. Desde entonces las protestas no se han detenido. Por ello, el consulado ha pedido al Departamento de Estado de USA que le brinde protección contra los manifestantes.

Carlos Quintanilla es una de las personas que se ha manifestado contra la venta de citas consulares. Él es un estadounidense hijo de migrantes mexicanos que se ha dedicado a apoyar a la comunidad migrante en Dallas, Texas.

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En entrevista con Conexión Migrante, Quintanilla cuenta que fue él quien recibió el aviso del Departamento de Estado. En este documento del 25 de abril, el Departamento le advierte que ni él ni personas “asociadas” a su figura pueden manifestarse frente al consulado mexicano en Dallas. De lo contrario se les podrá arrestar por violar la propiedad del gobierno mexicano.

Carta del Departamento de Estado dirigida a Carlos Quintanilla. | Foto: Facebook de Carlos Quintanilla.
Carta del Departamento de Estado dirigida a Carlos Quintanilla. | Foto: Facebook de Carlos Quintanilla.

En el documento también se explica que el consulado pidió esta protección porque los funcionarios del gobierno mexicano se sienten “amenazados y acosados” por Carlos Quintanilla.

Por su parte, Quintanilla continúa exigiendo que detengan la venta de cita en el consulado de Dallas. Para ello, ha intentado entablar un diálogo con el cónsul Francisco de la Torre Galindo. Sin embargo, este problema que ha estado presente desde hace años sigue sin resolverse.

Ni el consulado ni el gobierno dan respuestas a migrantes

El día de la primera protesta en el consulado, Francisco de la Torre Galindo se reunió con los migrantes que exigían una mejora en el sistema de citas.

Ese día, Galindo explicó que, debido a la pandemia, los consulados no tenían muchas citas disponibles. También habló sobre las fallas del sistema MEXITEL y se comprometió a seguir trabajando para resolver el problema.

Días después, el consulado abrió un nuevo esquema de citas para facilitar que las personas pudieran tramitar sus documentos. No obstante, dice Carlos Quintanilla, el problema no es cambiar de esquemas sino detener la venta ilegal de citas por parte de algunos gestores:

“Es imposible obtener una cita cuando estás compitiendo con gestores que tienen contacto con el consulado mexicano. No hemos podido investigar cómo están adquiriendo las citas los gestores, pero yo mismo he llamado y me han dicho que pueden conseguir citas de un día para otro. Incluso hay abogados que son socios afiliados y que consiguen citas de esta forma”.

Carlos Quintanilla ha intentado comunicarse con Marcelo Ebrard y Rosario Piedra para solucionar este problema en su consulado. Incluso, dice, algunos reporteros han llevado el caso hasta los oídos de Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas.

Además, dice Quintanilla, él y otros miembros de la comunidad migrante han intentado reunirse con senadores o diputados de diferentes partidos mexicanos.

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Sin embargo, el gobierno mexicano sigue sin dar una solución a este problema. A inicios de año cambió el proveedor de servicios de MEXITEL, pero esto no ha mejorado la atención hacia los migrantes.

“No sé si MEXITEL está recibiendo un pago por llamada o por la cita que hacen. No sabemos, no hay transparencia sobre cómo funciona este sistema, pero parece un contrato muy lucrativo para cualquier compañía que tiene que contestar casi 1 millón de llamadas por mes”, declara Carlos Quintanilla al respecto.

Es por eso que los migrantes mexicanos se están organizando no sólo en Dallas, sino también en otras partes de USA como Los Ángeles, Little Rock, Chicago, Nueva York, Austin y Houston.

A este problema se suma la mala atención de los empleados consulares, agrega Quintanilla. También, el hecho de que los consulados no tengan suficiente presupuesto para emitir documentos cuando año con año tienen ingresos de millones de dólares.

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