A unos días de que el huracán Laura tocara Luisiana, la situación de los migrantes en centros de detención de ICE siguen siendo crítica.
Según los informes oficiales del Servicio de Control e Inmigración de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), al menos dos centros de detención al sur de Luisiana fueron evacuados antes de la llegada de Laura.
Sin embargo, la tormenta provocó condiciones catastróficas en las instalaciones de ICE tierra adentro. Los centros más afectados fueron los de LaSalle en Jena, el centro LaSalle en Olla y el centro de la Parroquia de Jackson, en Jonesboro.
Louisiana se convirtió en el nuevo centro de cárceles de inmigración bajo la administración Trump. 8 mil de las aproximadamente 51 mil personas bajo custodia de ICE fueron detenidas en Louisiana el año pasado.
Las nuevas instalaciones se encuentran en áreas remotas, lejos de Nueva Orleans y de otras ciudades importantes.
Centros de detención, en condiciones infrahumanas
Después de la llegada de Laura, los centros de detención de ICE reportaron fallas eléctricas, inodoros desbordados y falta de agua.
A esto se suman las temperaturas diarias de más 32 grados centígrados. Debido a la falta aire acondicionado, muchas personas han suplicado que duerman afuera en el patio de la cárcel.
En el centro de detención de Jackson Parish, la electricidad estuvo cortada durante varios días.
Este centro tiene capacidad para albergar hasta mil 200 personas. Al menos un dormitorio con capacidad para 60 personas tenía sólo un ventilador para combatir el calor.
Además, algunos detenidos tuvieron que limpiar desechos humanos sin guantes después de que los inodoros se desbordaran.
La situación es aún más crítica en el contexto de la pandemia de Covid-19. Y es que los centros de detención de ICE continúan siendo puntos de contagio peligrosos.
Hasta el momento, ICE ha confirmado decenas de casos de Covid-19 en las tres instalaciones que se inundaron. Sin embargo, es probable que el número de casos sea mucho mayor que el informado.
Debido a estos hechos, los expertos en salud y los defensores de la inmigración han pedido repetidamente a ICE que tome medidas inmediatas para liberar a las personas en centros de detención.
El distanciamiento físico es imposible en los centros de detención superpoblados. Además, el acceso a atención médica, equipo de protección personal y artículos de limpieza es escaso.
De hecho, un hombre murió por Covid-19 mientras estaba detenido por ICE a principios de esta semana. Esto elevó el número total de muertes bajo custodia este año fiscal a 19.
ICE no accede a liberar a migrantes
En el pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha emitido declaraciones públicas suspendiendo la aplicación de la ley de inmigración durante desastres naturales.
Dicha suspensión se aplicó este verano a causa de los incendios forestales en California y el suroeste de EEUU. El DHS también suspendió las operaciones cuando hubo otros huracanes devastadores, como el huracán Harvey en 2017.
Sin embargo, no parece que esta medida se haya aplicado en el caso del huracán Laura.
La respuesta de ICE frente a la pandemia de Covid-19 y frente al huracán demuestra una falla sistémica para proteger la salud y seguridad de las miles de personas detenidas, así como del personal de la agencia y de las comunidades en general.
La agencia tiene la facultad discrecional de liberar a los inmigrantes bajo su custodia en libertad condicional. El hecho de que ICE no actúe de inmediato dará lugar a más resultados catastróficos.
Un texto de Immigration Impact.
