La destructiva marejada ciclónica ha retrocedido y comenzó la limpieza tras el paso del huracán Laura, pero funcionarios a lo largo de esta franja dañada de la costa de Luisiana advertían a los residentes que regresaban que podrían pasar semanas sin electricidad ni agua durante los sofocantes días de finales de verano.
Al menos 14 personas murieron en Estados Unidos a causa del huracán Laura.
Este sábado, presidente Donald Trump visita los lugares dañados en Luisiana y Texas.
La gente ahora recoge los escombros y, según informó AP, muchos tomaban la decisión de si querían regresar a casa en condiciones deplorables o esperar hasta que finalmente se restauraran los servicios básicos.
La ciudad de Lake Charles sufrió algunos de los peores daños: Árboles caídos y servicios eléctricos destruidos bloquearon el tránsito.
El alcalde Nic Hunter advirtió que no existe un tiempo estimado para restaurar la electricidad.
Las plantas de tratamiento de agua “fueron golpeadas”, por lo que solo un hilo del líquido sale de la mayoría de los grifos en la ciudad.
“Si regresas a Lake Charles para quedarte, asegúrate de comprender la realidad mencionada y de estar preparado para vivir en ella durante probablemente semanas”.
John Bel Edwards, gobernador de Luisiana, señaló que su estado no había sufrido los “estragos catastróficos” previstos.
Thank you to @POTUS for coming down to Louisiana to survey the catastrophic damage left behind by #HurricaneLaura and for approving our disaster declaration. It will take a team effort from local, state and federal officials to help our communities affected by the storm. #lagov pic.twitter.com/giDZHUdzCW
— John Bel Edwards (@LouisianaGov) August 29, 2020