La segunda noche de la Convención Nacional Republicana abordó la importancia de la familia, las cuestiones migratorias, la fe y la reforma judicial.
Al tiempo que muchos de los oradores advertían de la necesidad de “proteger las libertades” de los ciudadanos que estarían amenazadas “por un gobierno de extrema izquierda”.
Una de las sorpresas de la convención fue la intervención del presidente Donald Trump durante una ceremonia de naturalización, que tuvo lugar en uno de los salones de la Casa Blanca.
El evento sirvió para reivindicar el sentimiento patriota de los estadounidenses, incluso de aquellos que no han nacido en el país.
El tema migratorio: el orgullo de convertirse en ciudadano
En esta ceremonia, diseñada especialmente para la Convención Republicana, participaron cinco extranjeros.
Trump aseguró que “no hay mayor honor que ser estadounidense” y señaló que “con el juramento de fidelidad” cada uno de los nuevos ciudadanos adquiere un “compromiso inquebrantable: su lealtad a la Constitución y al estilo de vida estadounidense”.
Tom Pérez, líder del Comité Nacional Demócrata, criticó la puesta en escena del presidente Trump con inmigrantes recalcando que el gesto contrasta con sus políticas en esta cuestión.
“Trump ha separado a familias, ha puesto a niños en jaulas, ha atacado al DACA y ha pintado a los inmigrantes como criminales”.
Pérez aseguró, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, que “una convención no cambiará eso” y recordó que el jefe del ejecutivo estadounidense “ataca a los inmigrantes continuamente”.
Más allá de eso, fue una noche muy reivindicativa. Especialmente cuando se habló de la necesidad de “proteger las libertades de los estadounidenses”.
“Estamos viendo como los izquierdistas radicales nos quitan nuestra libertad”, subrayó Jeanette Nuñez, la primera mujer en ocupar la vicegobernación de Florida.
“Proteger la libertad”
Nuñez, hija de inmigrantes cubanos, se sirvió de unas palabras de Ronald Reagan para defender las libertades. “Si perdemos la libertad, no hay a dónde ir. No se puede decir una verdad más grande”, dijo.
Por eso instó a la población a escoger “entre el camino del caos o el camino de la libertad” confiada en que “los estadounidenses van a escoger el camino correcto”.
“Espero que nos unamos a la idea del presidente de que Estados Unidos nunca va a ser un país socialista”, agregó.
Esa idea también la manifestó John Peterson, el dueño de un negocio en Wisconsin afectado por la pandemia del coronavirus. Advirtió de que la sociedad “no puede aguantar una recesión manejada por Joe Biden”, al que consideró un “político desgastado” después de 47 años dedicados a la administración pública.
“No es momento de entregar el gobierno a un político desgastado, que no sería más que un títere de los líderes de extrema izquierda”, agregó al respecto.
La política exterior de Trump
El transcurso de la segunda noche de conferencia republicana contó con un esquema muy parecido al del día anterior. La mayoría de los discursos se pronunciaron desde el auditorio Mellon, en Washington DC, mientras que la Primera Dama, Melania Trump, lo hizo desde el Rose Garden de la Casa Blanca y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Israel.
Pompeo aprovechó su intervención para alabar las “audaces iniciativas” del presidente Donald Trump en política exterior.
“Cumpliendo con su obligación de mantenernos seguros al tiempo que nuestras libertades permanecen intactas, este presidente ha liderado audaces iniciativas en cada rincón del mundo”, afirmó Pompeo en un vídeo grabado en Jerusalén, donde se encuentra estos días de visita oficial.
“Una tierra de oportunidades”
“Oportunidad” fue, quizás, una de las palabras más utilizadas durante la velada. Melania Trump dijo que “cuando era niña, bajo la legislación comunista de Eslovenia, siempre escuchaba hablar de Estados Unidos como un país donde la libertad y las oportunidades también eran posibles”.
“He podido ver y materializar el sueño americano una y otra vez”, manifestó la mujer del presidente.
La ex secretaria de Justicia de Florida, Pam Bondi, también habló sobre esa cuestión, pero para criticar los planes de Joe Biden.
“Para Biden esta es una tierra de oportunismo y no de oportunidades”, comentó haciendo alusión “a los negocios que el hijo de Biden ha hecho en Ucrania y China”.
El economista jefe de la Casa Blanca, Larry Kudlow, celebró los acuerdos comerciales “justos” que se han firmado en los últimos tiempos.
Ante la Covid-19, recordó que “el liderazgo de Trump salió a relucir con un rescate extraordinario para luchar” contra esta pandemia.
“El país está volviendo a trabajar, las bolsas de valores están en niveles récord, mirando hacia adelante”, por lo que consideró que “ahora no es el momento de un aumento de tres billones de dólares en impuestos”.
La intervención de Tiffany y Eric Trump
Los hijos del presidente, Tiffany y Eric Trump, también formaron parte de la lista de invitados a la Convención Nacional Republicana.
“No se dejen coaccionar por la prensa”, decía Tiffany Trump, convencida de que “todo es manipulación de la información.
En ese sentido, insistió en que “si se pierde la libertad en este país, no hay adonde ir”. “Creemos en la calidad, en la libertad de expresión, en el pensamiento, busquen su verdad y hagan que su voz se escuche en el mundo”.
Eric Trump, por su parte, criticó que “los extremistas radicales son los que quieren destruir nuestros monumentos y quieren irrespetar nuestro himno poniéndose de rodillas”. “Quieren una nación en que las ideas sean censuradas si no concuerdan”, expuso.
Curiosamente, estas palabras las pronunció pocos días después de que su padre solicitará a la Corte Suprema poder bloquear a aquellos usuarios que le critican en su cuenta personal de Twitter.
En la convención, Eric mostró su firme oposición a algunos de los planes de la campaña de Biden, entre ellos “la paralización de la construcción del muro”. “Si no hay frontera, no hay un país”, aseveró.
Reforma judicial
Durante la noche también se abordó la posibilidad de impulsar una reforma judicial que permita la reinserción de expresidiarios. Donald Trump hizo otra de sus apariciones estelares para hablar del caso de Jon Ponder, quien fue arrestado y condenado por robar un banco.
Ponder ha creado la organización Hope for Prisoners (Esperanza Para Los Presos) con la que pretende ayudar a los exreclusos.
El hombre se mostró “orgulloso” porque en este país “le han dado una segunda oportunidad”, aunque admitió que su “transformación empezó en una celda”.
El presidente otorgó un “indulto total” a Ponder en un evento que había sido grabado previamente en la Casa Blanca. El jefe del ejecutivo prometió poner en marcha una reforma judicial que permita más casos de éxito como el del propio Ponder.