Conoce 3 de los milagros eucarísticos más sorprendentes en la historia

La Solemnidad del Corpus Christi fue instaurada por el Papa Urbano IV gracias a un milagro eucarístico ocurrido en Bolsena (Italia) en 1972. Sin embargo, a lo largo de los siglos, en muchos otros lugares han ocurrido acontecimientos similares.

En la siguiente lista te presentamos milagros eucarísticos sorprendentes, acontecidos en distintos países y momentos de la historia.

Italia (750 d.C.): el milagro de Lanciano

El milagro de la ciudad de Lanciano, en la región de Abruzzo, es uno de los más antiguos y más importantes para Italia.

En el año 750, un monje italiano comenzó a dudar sobre la presencia de Cristo en el pan y el vino. Mientras oficiaba una Misa en el monasterio de San Longino, pronunció las palabras de consagración y, de repente, “vio cómo el pan se convertía en carne y el vino en sangre”. Los documentos oficiales del Santuario del Milagro Eucarístico de Lanciano (o Iglesia de San Francisco) dicen que todos los presentes atestiguaron este hecho.

Doce siglos después, los fieles aún visitan y contemplan la reliquia que contiene la hostia del milagro. En realidad, esta hostia es tejido humano en estado fresco y sangre coagulada.

Con el paso de los años, varios científicos han estudiado este milagro. El descubrimiento más importante fue el del Dr. Eduardo Linoli, director del hospital de Arezzo. En la década de 1970, Linoli descubrió que la sangre y la carne de la hostia milagrosa eran humanas. La sangre era de tipo AB, el mismo tipo de sangre que se encuentra en el Sudario de Turín.

En 1973 la Organización Mundial de la Salud eligió una comisión médica para verificar estos hallazgos. Después de 500 exámenes, declararon, sin duda, que era un tejido vivo, algo científicamente inexplicable.

Polonia (2013): el milagro de Legnica

Este milagro eucarístico es uno de los más recientes. Sucedió en la navidad del año 2013 en la Iglesia de San Jacinto, en Legnica (Polonia).

Durante la Comunión, una hostia cayó al suelo accidentalmente. El párroco de la iglesia, el P. Andrzej Ziombra

, la puso de inmediato en un recipiente con agua para que se disolviera. Después la guardó en el sagrario, tal como dicta el Código de Derecho Canónico.

Dos semanas después, los presbíteros del templo notaron que la hostia no se había disuelto. Además, vieron que tenía una mancha roja ocupando la quinta parte de su superficie.

“Decidimos informar al obispo, quien estableció una comisión científica teológica para analizar el evento”, dijo el P. Ziombra.

Esta comisión pidió a dos de los institutos de medicina forense más importantes del país que examinaran la muestra. Ambos institutos encontraron que la hostia estaba compuesta de tejido miocárdico (es decir, del corazón).

Además, una segunda investigación en el departamento de la Universidad Médica de Pomerania descubrió que la hostia era “músculo cardíaco humano con alteraciones que a menudo aparecen durante la agonía”.

Cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió los resultados, reconoció el suceso como una experiencia sobrenatural.

Éste no fue el único milagro eucarístico en este siglo para Polonia: en el año 2008, en la Iglesia de San Antonio de Sokółka, ocurrió otro milagro muy similar.

Argentina (1992, 1994 y 1996): Tres milagros en Buenos Aires

En la parroquia de Santa María en Buenos Aires, un milagro eucarístico ocurrió no una, sino tres veces: en 1992, en 1994 y en agosto de 1996.

En 1999, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio

(hoy Papa Francisco) pidió al profesor Ricardo Castañón Gómez investigar sobre lo ocurrido el 15 de agosto de 1996: una hostia que cayó al suelo durante la Comunión fue colocada en un envase para disolverla. Tras 10 días, el agua se transformó en sangre.

Cuatro años después, en el año 2000, un experto en tejidos encontró que las muestras tenían piel humana y glóbulos blancos. En 2003, el mismo experto dijo que el tejido era el de un corazón inflamado. Esto significa que “la persona a la que pertenecía debe haber sufrido mucho”.

Dos años más tarde, en 2005, Castañón le pidió a otro experto de la Universidad de Columbia que investigara. Dicho científico identificó tejido de corazón en las muestras, particularmente el ventrículo izquierdo. Además, lo etiquetó como tejido vivo que provenía de una persona que sufre.

Ricardo Castañón concluyó que, por medio de este milagro eucarístico, el Señor “quería mostrarnos su miocardio, que es el músculo que da vida a todo el corazón, tal como lo hace la Eucaristía con la Iglesia. ¿Y por qué el ventrículo izquierdo? Porque de ahí viene la sangre purificada,y Jesús es quien purifica a su Iglesia de sus pecados”.

Texto: ACI Prensa