De entre 14 mil migrantes que Estados Unidos envió a la frontera mexicana en espera de respuesta a petición de refugio, una corte de migración en San Diego le otorgó el asilo a un pastor evangélico de nacionalidad hondureña.
Alec, es el nombre del joven migrante de 30 años, quien huyo de Honduras ya que ayudaba a pandilleros a dejar esa vida y reformarse, sin embargo, el grupo criminal, Mara Salvatrucha lo amenazó de muerte.
El hondureño salió cruzo Guatemala, para pasar por México, hasta lograr llegar a San Diego, pero fue regresado a Tijuana en espera de su proceso, bajo la orden que requiere que personas provenientes del Triángulo Norte deberán permanecer en territorio mexicano mientras les resuelven la solicitud de asilo.
Cabe mencionar que el hondureño fue de los primeros integrados al programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) o mejor conocido como el programa “Permanecer en México”.
“Solamente uno por ciento cuenta con representación legal”, dice la abogada de Alec.
De acuerdo con la Univesidad de Siracusa, a fines de junio existían 13 mil 900 migrantes incorporados al MPP, sin embargo, solo 14 contaban con asistencia legal.
“Es doloroso pues al recordar muchos jóvenes que están en un fracaso en mi país, algunos me mandan mensajes que me extrañan”, dice con lágrimas en los ojos, para Telemundo.
Alec es uno de los dos migrantes a quienes desde que comenzó el programa MPP ha podido representar la organización Derechos Humanos Primero, a la que pertenece Baynard.
Inició en Tijuana y se amplió a Mexicali, ambas fronterizas con California; luego se integró Ciudad Juárez en la frontera con Texas. El mes pasado incluyó también a Nuevo Laredo y, de acuerdo con informaciones extraoficiales de CBP, próximamente podría incluir a San Luis Río Colorado en la frontera de Sonora con Yuma, Arizona.
Alec acudió a tres visitas a la corte y con el apoyo de la organización no lucrativa Human Rights First, el martes un juez falló a su favor y ahora puede permanecer libre en EEUU, pero tiene que portar el grillete mientras espera por 30 días a que su caso no sea apelado.
“Pero tengo la fe en Díos de que me lo van a quitar y voy a ser legal en este país”, dijo el hondureño.
Con información de Agencias
