El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunció este jueves la detención en Texas de 145 migrantes que en su mayoría habían cometido delitos, en un operativo que se prolongó durante siete días.
La gran mayoría de los detenidos durante la operación provenían de México (128), mientras que de Guatemala y Honduras hubo siete y uno tanto de Perú como de El Salvador y Jordania, planteó la agencia de noticias EFE.
De acuerdo con las autoridades, la mayoría contaba con antecedentes penales previos por asalto, conducción temeraria, posesión y tráfico de drogas, contrabando de extranjeros, residencia ilegal en el país o tenencia ilícita de armas.
Daniel Bible, director de la Oficina de Detención y Deportación (ERO) en San Antonio, Texas, aplaudió el trabajo de su organización para “vigilar, localizar y arrestar a todas aquellas personas que supongan una amenaza para la sociedad”.
Además, dijo, si finalmente son declarados culpables de los delitos que se les atribuyen, “serán expulsados de los Estados Unidos”, según establecen las leyes migratorias.
En cuanto a los 61 inmigrantes que ya fueron deportados del país y habían regresado de forma ilegal, la agencia explicó que se enfrentan a una sanción grave punible con hasta 20 años de reclusión en un prisión federal.
Las detenciones del ERO, dependencia del ICE, se distribuyeron dentro del estado sureño de la siguiente forma: Austin (45), San Antonio (41), Río Grande Valley (37), Laredo (15) y Waco (7).
Por su parte, según publicó un medio local de la capital texana, el consulado mexicano en Austin confirmó el aviso del arresto de 11 connacionales el pasado 16 de febrero, siete de los cuales solicitaron asistencia consular.
