Jorge García, un migrante mexicano de 39 años, se despidió dolorosamente de su familia la madrugada de este lunes en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit.
García fue deportado después de residir en Estados Unidos por casi 30 años, después de que su familia cruzara la frontera en busca de una mejor vida cuando él tenía tan sólo nueve años de edad.
“Me siento un poco triste”, dijo García el domingo al diario Detroit Free Press.
“Tengo que dejar a mi familia atrás, sabiendo que probablemente vayan a tener dificultades para adaptarse. No estar ahí para ellos por quién sabe durante cuánto tiempo. Es solo difícil”, agregó.
García se enteró que sería deportado en noviembre como parte de las medidas antiinmigrantes de Donald Trump.
Jorge nunca pudo ampararse bajo el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) ya que la edad límite de llegada a la Unión Americana para aspirar al beneficio era de 8 años.
“Estamos devastados. Estamos tristes, estamos deprimidos”, señaló el lunes Cindy García, mujer de Jorge, en entrevista con The New York Times.
En Estados Unidos, Jorge García deja a su mujer y a sus dos hijos de 12 y 15 años, ambos ciudadanos estadounidenses.
El mexicano trabajaba como jardinero paisajista y no tenía antecedentes criminales. Jorge nunca ha vivido en México siendo adulto
