A tres meses de la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, el panorama migratorio en Tijuana ha vivido distintos cambios a los que el Proyecto Salesiano le hace frente.
En entrevista, Claudia Portela, administradora de la organización que tiene más de 30 años en la región, habló de las dificultades que enfrentan actualmente así como las necesidades de la población en movilidad.
La migración sigue, aunque sea en silencio
El Proyecto Salesiano en Tijuana opera actualmente dos refugios; el Desayunador Padre Chava y el refugio Don Bosco. Por otra parte, también tienen se encargan de las instalaciones del Centro Multiservicios Frontera Solidaria además del Espacio Aves.
De acuerdo con lo que explicó Portela, siguen recibiendo a personas de distintas partes del mundo.
“La migración sigue estando, hoy por hoy estamos recibiendo personas que sigue llegando, quizás en mayor silencio. Hay que darnos cuenta de que hay una criminalización del migrante tanto por la sociedad como por el Estado”.
Reiteró que el papel que juegan los defensores de derechos humanos es crucial en estos momentos, ya que se convierten en la voz de estos grupos vulnerables.
“Debemos alzar nuestras voces por ellos para que la migración se atienda desde sus raíces para que tenga una solución veraz”, sentenció.
“No podemos tapar el sol con un dedo”
Actualmente los albergues del Proyecto Salesiano reciben personas no solo del extranjero sino también, víctimas del desplazamiento forzado por violencia en el centro y sur de México.
“Hay que mencionarlo, en nuestro México no podemos tapar el sol con un dedo, hay mucha violencia justamente de estos grupos delictivos que les arrancan sus casas, sus negocios, le arrancan la vida a algunos de sus familiares y las personas con lo poco que tienen huyen de su lugar de origen.
Tenemos personas de Sinaloa, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Jalisco por nombrar algunos, podemos decir que tenemos panameños, de Nigeria pero hoy por hoy, el Desayunador Salesiano como el refugio Don Bosco la mayoría son personas mexicanas desplazadas”.
Reiteró que el desplazamiento forzado no solo se ha visto en familias de clase baja.
Los cambios en la dinámica migratoria que llegaron con Trump
Portela detalló que después del 20 de enero se registró un incremento en la presencia de personas extranjeras que perdieron su cita de CBP One. Entre ellos personas que residían en el albergue.
Con la apertura del Centro de Atención a Deportados “Flamingos”, comenzaron a recibir a personas deportadas que recién salían de ese espacio.
“Tenemos un grupo de personas extranjeras que la mayoría de ellas ha optado por solicitar el refugio en México y los hemos acercado al Centro Multiservicios donde se encuentra la COMAR, mientras tenemos otro sector, el de las personas deportadas”.
Destacó que actualmente no conoce la forma de trabajo del Centro “Flamingos” ya que solo ha escuchado los comentarios de quienes ya pasaron por el lugar.
Elecciones federales, otro reto para los deportados
Para la administradora del Proyecto Salesiano, el desarrollo de las elecciones en el mes de junio se ha convertido en otro reto para los deportados que llegan a la ciudad.
Recordó que a causa de los comicios para jueces y magistrados, el Instituto Nacional Electoral tiene suspendida la emisión de credenciales lo cual impide que los repatriados puedan acceder a un empleo rápidamente.
“Eso los hace quedarse en stand by que no les permite obtener un empleo formal. Si los albergues no los recibimos, se vuelven una población en situación de calle”, afirmó.
Agregó que mientras dentro de la atención que se les brinda a las personas deportadas, trabajan en el manejo de la tensión y el estrés con la que llegan.
Refirió que si bien, el gobierno federal está apostando porque los deportados regresen a su lugar de origen esto no podrá ser opción para quienes tienen gran parte de su vida en Estados Unidos.
Albergues del Proyecto Salesiano mantienen una población flotante
Como en el resto de albergues para migrantes que existen en Tijuana, la población ha disminuido de una forma considerable, siendo esta baja más notoria en el refugio Don Bosco que atiende a mujeres, madres e infancias en movilidad.
“Generalmente están de 3 a 5 días máximo y se retiran. Tenemos una población más permanente de unas 23 y las demás se mantienen muy flotantes”.
Comentó que no tiene la certeza de qué está ocurriendo con los residentes que salen del albergue ya que cada vez se comportan con mayor hermetismo sobre si se quedarán en la ciudad o bien si buscarán la manera de ingresar a Estados Unidos.
“Las personas van a intentar ingresar de la manera que sea y obviamente van a ser muy cautelosas con sus planes por las situaciones que hay”.
Reiteró que no aprueban el que los residentes busquen arriesgar su vida sin embargo, no pueden influenciar en qué decisión deban tomar.
Por otra parte, comentó que en el caso de los hombres migrantes, hay quienes ya están trabajando de manera formal y así como ellos hay quienes esperan regularizar su situación en México.
En el caso de las mujeres, es más difícil conocer sus planes ya que son cautelosas.
“Esa población desplazada mexicana es la que más nos preocupa porque ellos dicen que ni en México están seguros, que ya no están seguros porque reciben amenazas”
Un espacio que sigue activo gracias a las aportaciones de la sociedad
El Proyecto Salesiano quiere ser un puente para las personas en movilidad se reencuentren con su dignidad como seres humanos y vuelvan a recobrar la confianza en sí mismos y la esperanza que les han hecho
Cabe recordar que además de ser albergue, el Desayunador Padre Chava se ha encargado de entregar miles de platos de comida a migrantes y personas en situación de vulnerabilidad.
Por esta razón sigue la campaña permanente de recaudación de alimentos y artículos de primera necesidad e higiene.
“Lo que pueda llegar de proteína nos viene muy bien, así como los artículos de limpieza, agradecemos si nos pudieran apoyar en eso”, finalizó.