Carlo Madrigal llegó a Tijuana hace un año en busca de oportunidades y reconocimiento. La ciudad fronteriza es un destino para muchas personas trans que enfrentan obstáculos legales en otras regiones de México.
A pesar de contar con una maestría en Estudios Culturales, ha encontrado barreras en el acceso a derechos básicos. La discriminación y la burocracia afectan su integración en un entorno ya complicado para la comunidad migrante trans.
Invisibilización de los hombres trans en la movilidad
Uno de los principales problemas que Carlo Madrigal ha identificado es la falta de reconocimiento de los hombres trans dentro de la comunidad migrante y la sociedad en general.
“Casi siempre cuando hablamos de trans, pensamos en mujeres trans, no en hombres trans. Cuando me presento como hombre trans, muchas veces creen que soy una mujer trans”, explicó.
Esta invisibilización genera discriminación y dificulta el acceso a derechos esenciales para la movilidad y estabilidad en una nueva ciudad.
“Si no me anuncio como un hombre trans, las personas simplemente asumen que soy un hombre cisgénero. Pero en el momento en que saben que mi cuerpo es trans, soy criminalizado, patologizado y atravesado por la violencia cultural”, denunció.
Madrigal señaló que la violencia cultural responsabiliza a las personas trans de la discriminación que enfrentan. Esto impacta su estabilidad social, laboral y migratoria.
Identidad y documentación, un problema migratorio
Para Carlo Madrigal, la falta de reconocimiento legal afecta la vida de las personas trans, especialmente aquellas en movimiento.
Sin documentación acorde a su identidad, el acceso a educación, salud y empleo se ve restringido.
“Soy indocumentado en mi propio país”, señaló.
Jalisco es uno de los estados donde más personas trans acuden para hacer su cambio de identidad debido a la accesibilidad del proceso. Sin embargo, en Baja California aún existen trabas burocráticas que dificultan la integración de la comunidad trans migrante.
El cambio de identidad en Baja California es un trámite posible, sin embargo solo pueden acceder a él las personas nacidas en la entidad, lo que limita a la mayoría de las personas trans por provenir de otros estados.
“Esta cuestión de que solo puedan hacer el trámite los nacidos en Baja California pues obviamente es algo muy problemático porque somos frontera, aquí hay muchísima migración, personas de todos los estados.
Me atrevo a decir que la gente nacida en Tijuana es muy poca realmente, entonces vemos cómo se van conectando este tipo de violencias. Agrégale que eres migrante, que tienes una discapacidad y aparte eres trans.
Es importante meter presión y visibilizar esas violencias porque inclusive en Mexicali estaban pidiendo que las personas hicieran un oficio donde explicara su realizada social, o sea “dime por escrito por qué eres trans” y eso es violatorio a los derechos humanos y no viene en la ley”.
Disputa de Carlo Madrigal con la UABC por el reconocimiento legal
El proceso de cambio de identidad ha sido un obstáculo para Carlo Madrigal. Aunque en Baja California es legal, las instituciones imponen barreras que complican su situación migratoria y académica.
La situación le implicó una seria disputa con la Universidad Autónoma de Baja California en Mexicali, la capital del estado.
“Aparte del cambio de nombre, hay que actualizar todos los documentos. Llevo tres años en un limbo legal porque no he podido cambiar mi certificado de preparatoria”, comentó.
Este retraso ha generado un efecto en cadena, impidiéndole actualizar otros documentos académicos fundamentales para su estabilidad en la frontera.
“Al no poder cambiar mi certificado de prepa, no puedo actualizar mi licenciatura ni titularme de la maestría. La UABC me tuvo dos años insistiendo hasta que llegué al rector”, recordó.
Madrigal destacó cómo la falta de respuesta por parte de la UABC generó una situación de desesperación, que incluso lo llevó a una protesta extrema.
“Tuve que amenazar con autolesionarme en las instalaciones de la escuela como un acto de protesta y quemar mi tesis, de eso, en dos semanas me tuvieron la solución, fue sumamente sádico y violento”, lamentó.
La lucha de Carlo Madrigal con la UABC refleja las dificultades burocráticas que enfrentan muchas personas trans, quienes deben pelear por el reconocimiento legal de su identidad.
“Volvemos a esto de ‘es que no sé’. Entiendo que no sepan, pero es su trabajo y lo tienen que resolver”, apuntó con frustración.
Crisis en el sector médico y migración trans
Por otra parte, Carlo Madrigal abundó que el acceso a la salud sigue siendo un desafío para las personas trans, especialmente aquellas en tránsito, incluso, denunció que el sector médico continúa viendo la transición como un capricho.
“Vivimos muchas violencias porque no nos quieren dar tratamientos hormonales ni cirugías porque creen que ‘es un capricho'”.
Existen protocolos dentro del sector salud público para la atención de personas trans, pero no se aplican correctamente, afectando principalmente a quienes dependen del sistema público.
“Los profesionales de la salud dicen que no saben cómo atendernos, lo que nos obliga a buscar servicios privados o a establecer redes de apoyo entre nosotros”, indicó.
La discriminación también afecta el acceso a la salud mental. Muchas personas trans migrantes enfrentan estrés y angustia debido a la transfobia estructural.
De igual manera explicó que el estado de Jalisco también es visitado de forma recurrente por personas trans que requieren las cirugías estéticas de cambio de sexo, esto ya que en esa parte del país es más accesible el servicio.
Comentó que los costos por las intervenciones en la Tijuana, por ejemplo son mucho más caras, lo que orilla a una migración por turismo médico.
Qué es ser un hombre trans
El activista detalló que un hombre trans implica el proceso de transición de un cuerpo asignado como femenino al reconocimiento y expresión como hombre. Este proceso es personal y único para cada individuo.
“Un hombre trans es un hombre que fue asignado mujer al nacer porque un médico vio sus genitales, tenía vulva, ‘es mujer’”, explicó.
Agregó que durante el desarrollo de su personalidad, el hombre trans llega a un punto de afirmación y esta afirmación puede ser social o física.
La transición social implica decirle al entorno que se es un hombre, y tratar de vivir como tal, tal como lo destacó el activista en su explicación.
Madrigal aclaró que no es necesario que un hombre trans intervenga su cuerpo para que se le reconozca como tal. La transición es un proceso más allá de lo físico.
La importancia de la visibilidad y la lucha trans migrante
A pesar de los obstáculos, Carlo Madrigal sigue luchando por el reconocimiento de los derechos de las personas trans principalmente quienes se encuentran en contextos de movilidad.
Actualmente, su trabajo no solo se centra en su experiencia personal, sino en el acompañamiento a otras personas trans que enfrentan dificultades similares en la frontera.
“No pertenezco a ninguna organización, pero hago acompañamientos porque si no, nos pisotean y nos violentan a voluntad”, finalizó Carlo Madrigal.