La familia Villalobos, con plena conciencia del impacto de la música y la palabra, decidió combinarlas para compartir mensajes dirigidos principalmente a eliminar los estigmas sobre la inmigración. Con este propósito, el trío de violinistas formó en 2005 el proyecto “Villalobos Brothers” o Hermanos Villalobos, donde fusionan la música clásica con el folclore de su natal Veracruz, México.
“Es un verdadero privilegio expresar palabras sobre algo tan hermoso como la música. Al añadir letras, se crea algo poderoso que comunica en diversos niveles: a nivel musical, que es un lenguaje universal, y con un mensaje claro que puede hablar de amor, hermandad, justicia social o cambio”, explicó Ernesto Villalobos, el mayor de los hermanos, en una entrevista con la Voz de América.
Así, los Villalobos Brothers han recorrido distintos países promoviendo su mensaje de unidad, con el tema migratorio como uno de sus pilares, ya que para ellos es una experiencia vivida de cerca. “Después de obtener nuestras maestrías en música clásica, violín y composición, sentimos que no nos representaba del todo y queríamos expresar algo propio, donde también pudiéramos usar nuestras voces como instrumentos; así comenzamos a fusionar nuestras composiciones con elementos de la música tradicional de Veracruz”, cuenta Luis Villalobos. Este enfoque permite mezclar sonidos de son jarocho y huasteco con latin jazz y rock, creando una identidad sonora única con valor social.
Gracias a su música y mensajes, los Villalobos Brothers han logrado captar la atención de un público internacional en escenarios icónicos como el Carnegie Hall, el Rockefeller Center de Nueva York, y el Hylton Performing Arts en Virginia. También participaron en una producción junto al maestro Arturo O’Farrill, la cual fue premiada con un Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Latin Jazz.
“Aunque muchas de nuestras canciones son en español, la respuesta del público es positiva, sea de origen hispano, americano, o asiático. Eso me llena de esperanza, porque logramos conectar a través de emociones”, confesó Luis, el menor de los Villalobos.
“Sentimos que nuestra misión es cambiar, a través de nuestro ejemplo, los clichés negativos que rodean al inmigrante en los Estados Unidos”, afirmó. Este grupo de violinistas mexicanos está en la zona metropolitana de Washington para un recital el sábado 26 de octubre en el Hylton Performing Arts de Manassas, Virginia, y aprovecharán la visita para compartir su talento y enseñanzas con jóvenes y personas interesadas en la música y su propuesta artística.
“Somos ciudadanos del mundo” “Desde temprana edad hemos experimentado la inmigración. Vivimos en México hasta los 18 años y luego cada uno de nosotros ha sido inmigrante en otros países”, dice Alberto Villalobos, otro de los hermanos.
Los Villalobos salieron de Veracruz buscando nuevos conocimientos musicales. Ernesto viajó a Estados Unidos gracias a una beca para estudiar su maestría en Nueva York, mientras que Alberto fue a Bélgica y Luis a Alemania. Identificados con sus raíces latinas, se consideran “ciudadanos del mundo” y se sienten felices de transmitir valores como la hermandad e igualdad a través de temas como “Somos”, una de sus piezas preferidas.
“Este tema nos invita a ver más allá de las fronteras y a reconocer que los humanos compartimos un 99.6% de similitud. La obsesión por nuestras diferencias es absurda; somos una gran familia y la canción empieza mencionando diversas nacionalidades”, comenta Luis Villalobos.
“Somos africanos, somos bolivianos, somos personas de raíces profundas, somos fuego y somos verdad… mi mensaje es de humanismo, donde no existen fronteras, sino un abrazo fraternal y universal entre naciones y seres humanos”, finaliza.
Educadores por naturaleza Los hermanos Villalobos no solo disfrutan de los escenarios, sino que también sienten pasión por compartir sus conocimientos. Enseñan en diversas escuelas en Estados Unidos y colaboran en la creación de currículos musicales en varias instituciones educativas.
“Participamos en talleres, demostraciones e interacciones con estudiantes, creando experiencias muy significativas. Es vital que los niños visualicen una realidad que puede parecer lejana, pero que alimenta su imaginación”, afirma Alberto Villalobos, quien recuerda que sus padres le acercaron a la música desde pequeño, un momento decisivo en su vida.
Durante su visita a Virginia, los hermanos Villalobos también realizaron actividades comunitarias fuera de los escenarios, acercando el arte al público.
“El objetivo de este programa es conectar a los artistas con la comunidad. Queremos que los artistas tengan más oportunidades de interactuar y que el público los conozca tanto como artistas como personas”, comentó Adrienne Bryant Godwin, directora de programación de arte y visuales del Hylton Center.