Nueva York, Chicago y Denver informaron que se han quedado sin recursos para recibir a más migrantes, por lo que nuevamente piden al gobierno de Joe Biden para que declare una emergencia federal por la actual crisis humanitaria que azota a sus estados.
Los alcaldes Eric Adams (Nueva York), Brandon Johnson (Chicago) y Mike Johnston (Denver), realizaron una conferencia de prensa virtual pidiendo más acciones por parte del gobierno federal, apoyo financiero y una estrategia nacional de reasentamiento.
Nueva York, Chicago y Denver sin recursos para recibir a más migrantes
Durante la conferencia Johnson comentó que las tres ciudades se encuentran en un punto en donde ya no tienen espacio para albergar a las decenas de migrantes que día con día llegan, mencionando que de seguir así la misión ya no podrá sobrellevarse.
Agregó que la mayoría de ellos pisarán la corte para revisar su proceso de asilo hasta el 2027, situación alarmante, pues en ese tiempo no pueden trabajar, por lo que insto en lo necesarios que son los permisos de trabajo acelerados.
Mientras tanto Denver se está enfrentando a una crisis financiera, el alcalde esta considerando alrededor de $160 millones de costos potenciales para el presupuesto del próximo año. Lo que representa el 10% de todo el presupuesto de la ciudad, cantidad que afectaría a todo Denver.
Esta situaciones han llevado a los tres estados a solicitar previamente 5 mil millones de dólares adicionales en ayuda del gobierno federal.
De acuerdo con Eric Adams, ha recortado a Nueva York presupuestos para educación y vigilancia, mencionando que si lo sigue haciendo podría “destruir a la ciudad”.
Desde el año pasado, la gran manzana ha recibido más de 160 mil inmigrantes.
Greg Abbott continúa enviado migrantes a las ciudades santuario
Los alcaldes señalaron al gobernador de Texas, Greg Abbott, quien ha transportado en autobuses a decenas de miles de inmigrantes a sus ciudades desde el año pasado.
Adams anunció una nueva orden ejecutiva que limita los autobuses a determinadas horas del día y puntos de llegada, al tiempo que exige que los autobuses avisen con 32 horas de antelación.
Y aprovechó la conferencia para pedirle al gobierno federal que haga su trabajo y decirle al gobernador de Texas que detenga los juegos y el uso de inmigrantes como peones políticos.
Por su parte Abbott solo se limito a contestar que está transportando inmigrantes a ciudades que promocionan su estatus de “santuario”, y que lo hace para aliviar a las abrumadas comunidades fronterizas.
