Moncerrat Ramírez es una mexicana que emigró sola por el desierto hasta Estados Unidos cuando tenía apenas 13 años, esto lo hizo para reencontrarse con su mamá. A pesar de ser tan pequeña no tuvo miedo de los obstáculos a los que se enfrentó en su camino.
Moncerrat Ramírez: la niña migrante que cruzó la frontera sola
En una entrevista para Conexión Migrante, Moncerrat Ramírez nos comenta cómo fue cruzar la frontera cuando tenía apenas 13 años de edad.
La mamá de Moncerrat dejo Guerrero para ir a Estados Unidos a buscar mejores condiciones de vida.
Luego de tres años en Estados Unidos, le dijo a sus hijos que debían cruzar la frontera para poder reencontrarse, así que contactó el servicio de unos “polleros”.
En el camino, Moncerrat fue separada de su hermano, ella llegó a una casa de seguridad en Tijuana y allí conoció a otra niña de siete años, con ella se pudo hacer compañía durante un tiempo.
“Era una casa muy grande con muchas habitaciones y tenían varios autos”.
Su primer intento fue cruzar en un carro. Sin embargo, las autoridades la descubrieron y la deportaron a México.
Posteriormente, Moncerrat intentó cruzar por el desierto con un grupo de migrantes durante la noche.
“Cruzar por el desierto es peligroso, en el camino había cerros y otros obstáculos, me lastimé y un paisano me ánimo a seguir en el camino”.
Moncerrat comenta que un paisano originario del mismo pueblo le otorgó ayuda cuando ella estaba pensando en quedarse en el camino para no atrasar a los demás.
Los migrantes solo llevaban sándwiches para comer en el camino y contaban con poca agua.
Posteriormente, logró cruzar el alambre de púas y pasar al otro lado. Finalmente, Moncerrat fue entregada a sus familiares.
“Me sentí como una mercancía en el trayecto”.
Afortunadamente, ella pudo reencontrarse con su mamá. Sin embargo, su experiencia nos deja saber sobre los riesgos que enfrentan los niños migrantes no acompañados en su trayecto.
Cuando Moncerrat llegó a EEUU era muy joven, renunciar a su entorno y amigos no fue fácil y no estaba de acuerdo con la decisión de su mamá.
No obstante, en la High School encontró maestros latinos que la inspiraron a seguir estudiando.
Por algunos motivos, Monce tuvo que regresar con su familia a México. Allí decidió estudiar su licenciatura en ingeniería en administración en la Universidad Nacional de Autónoma de México (UNAM).
Ser estudiante y mamá al mismo tiempo
Sus metas no pararon, quiso continuar con su desarrollo académico, sus calificaciones le permitieron solicitar una beca para realizar su maestría en la UNAM.
Al obtener la beca para la maestría vivió su primer embarazo, fue una etapa complicada en esa etapa su esposo fue quien la apoyó.
El esfuerzo no terminó allí, para mantener su beca tuvo que mantener sus calificaciones aún en este proceso y finalmente logró obtener su grado de maestría.
Además, Monce Ramírez menciona que son mujeres quienes han guiado su camino y le han proporcionado valiosas enseñanzas.
“La maestra de mi vida es mi mamá”
Finalmente, algunas maestras como Patricia Rodríguez y la Dra. Paola la han animado en su desarrollo profesional.