La vicepresidenta Kamala Harris dijo, en una entrevista en la cadena NBC, que la frontera es “segura”, lo que desató una ola de críticas de políticos Republicanos.
Mientras, activistas por los derechos de los migrantes ven cómo se vuelve a politizar el discurso sobre la vida de aquellos que llegan a Estados Unidos buscando una vida mejor.
Los últimos meses, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha enviado a miles de migrantes a ciudades con gobiernos demócratas, como Washington D.C., Nueva York y, recientemente, Chicago.
Y que, de esta manera, según Abbott, “experimenten la crisis migratoria”.
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