Una pareja de jubilados descubrió cómo ganar la lotería en Estados Unidos con una regla aritmética y obtuvo varios millones de dólares entre 2003 y 2012.
Jerry Selbee y su esposa Marge ganaron dos veces la lotería. Consiguieron 26 millones de dólares y se convirtieron en una de las familias adineradas en Estados Unidos.
Jerry se graduó en Matemáticas de la Universidad de Western Michigan. Gracias a sus estudios notó que las posibilidades de ganar la lotería eran altas.
La historia de esta pareja se convirtió en la película La fórmula ganadora de Jerry y Marge, protagonizada por Bryan Cranston y Annette Bening.
¿Cuál es el método para ganar la lotería?
La pareja de jubilados leyó las letras chiquitas y descubrió una regla aritmética. Gastó mil 100 dólares, por lo que matemáticamente habría al menos un billete ganador de cuatro números. Compró 18 billetes y al menos uno sería el ganador.
Para ganar el sorteo de Windfall, en Indiana, debían atinarle a la combinación ganadora de los seis números. Si no había ganador, el premio se dividía entre quienes acertaron cinco, cuatro y tres de los números de la combinación.
De 18 billetes, obtuvo mil dólares por un ganador de cuatro números y los 17 restantes ganaron como tres números con 50 dólares cada uno, es decir, alrededor de 900 dólares. Invirtió mil 100 dólares, la pareja ganó mil 900 dólares.
Jerry Selbee hizo inversiones millonarias para sacar beneficios. En una de las primeras inversiones, gastó 3 mil 600 dólares en lotería y el importe se duplicó con el premio. En la siguiente, invirtió 8 mil dólares y recibió más de 16 mil dólares.
Pareja de jubilados y su búsqueda por ganar la lotería
La pareja de jubilados puso la empresa GS Investment Strategies LLC para poder manejar los recursos. La gente empezó a comprar acciones por un valor de 500 dólares. Sin embargo, el juego de Winfall cerró y la pareja buscó camino en otros estados.
En Massachussets encontraron un juego de azar llamado Cash Windfall. Jerry se dio cuenta que ahí también funcionaba su regla aritmética. Durante seis años, la pareja recorrió varios estados para usar las máquinas de lotería de dos años y jugar.