Hace poco, en una de las mentorías que está recibiendo nuestro proyecto Cápsula Migrante, Xiomara Montañez, mentora y periodista, nos comentó que existen varios mitos cuando el migrante está en situación irregular, pero también cuando ya se regulariza, puesto que los empleadores y el personal de las empresas desconocen temas relacionados con los derechos laborales de los migrantes, como acceso a un seguro de salud; pago de cotizaciones y más.
Eso me dejó pensando. Y mucho.
En Perú, el segundo país de América Latina después de Colombia que cuenta con la mayor migración de venezolanos, observamos lo siguiente:
- Una población de 1,29 millones de migrantes venezolanos
- De esta comunidad, 531 mil son solicitantes de refugio
- 130 mil cuenta con el documento de Carnet de Permiso Temporal de Permanencia (CPP)
En 2021, el Gobierno publicó el Decreto Supremo N° 006-2021-IN, en el que se aprobaba el Texto Único de Procedimientos Administrativos de la Superintendencia Nacional de Migraciones (TUPA), lo que dio paso para que la Superintendencia Nacional de Migraciones iniciara el proceso de regularización con el CPP.
Si revisamos Acnur encontramos que el CPP “es un documento oficial para personas extranjeras que otorga un permiso temporal de permanencia por el plazo de un (1) año y que regulariza su situación migratoria en el Perú. El CPP habilita el acceso a empleo, salud y educación, entre otros y es entregado por la Superintendencia Nacional de Migraciones”.
Varios comunicados, notas de prensa y demás han recalcado que con este documento oficial
Léase bien la palabra oficial, los extranjeros pueden acceder a diferentes servicios de salud, educación, trabajos, abrir una cuenta bancaria y más. Sin embargo, la realidad es otra.
En redes sociales he leído varios casos de migrantes quejándose de que no se les ha permitido abrir una cuenta en el banco. También en los grupos de WhatsApp que tenemos en Cápsula Migrante las personas han dicho lo mismo y que tampoco pueden postular a empleos porque se les exige un carnet de extranjería, ni mucho menos pueden optar al Seguro Integral de Salud (SIS). ¿Las autoridades y/o instituciones involucradas, como la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP – Centro de Atención al Ciudadano, estarán al tanto de esto?
CON SENTIDO | Greg Abbott y su uso político de los migrantes
La misma R4V, Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, ha dicho que esta población ha enfrentado diferentes desafíos, desde la falta de estatus regular, desempleo y limitación a accesos a servicios básicos.
Ante lo que se percibe como desconocimiento y poca comunicación entre el ente de Migraciones y las otras instituciones del Estado, en el caso de Perú; estas comunidades no pueden terminar de integrarse. Estos organismos con sus procesos burocráticos hacen que los migrantes se queden en un limbo.
También está el mito de que los migrantes quitarán empleos…
Pero no toman en cuenta que ante la regularización ellos pueden crear emprendimientos, empresas, negocios y generar puestos de trabajos para otras personas, al igual que la economía puede ser más dinámica si estos pueden bancarizarse y optar por créditos financieros.
La migración venezolana en Perú ha dado muchísimos aportes; de hecho, generó un ingreso fiscal de más de 470 millones para el país en 2020, así lo reseña el Estudio: Impacto económico de la migración venezolana en el Perú.
Y yo me pregunto: ¿cómo los migrantes, en situación irregular, van a tener una motivación para regularizarse si este documento que se les otorga actualmente no les permite integrarse a la sociedad como un ciudadano más? Los documentos migratorios no solo llevan tiempo, también dinero.
Ahora, Migraciones indicó que amplió el plazo para realizar la regularización migratoria hasta el 5 de julio del 2022. Esperemos que esto le dé beneficios reales a los extranjeros y que realmente promueva la integración. Que este y los documentos que vengan, valgan la pena.
Es necesario que las acciones no se queden solamente en comunicados porque los migrantes seguirán en situaciones de precariedad.
Todo esto me hace recordar a una entrevista que le hicieron a Eileen Truax, periodista especializada en migración, en la que explicaba por qué es necesario que hagamos el ejercicio de entender la ciudadanía: “El ciudadano es esto que forma parte de una comunidad y que dentro de ella crece, produce, florece, fracasa, y lo hace como un todo, y en los últimos 100 años se ha decidido que la ciudadanía te la da un pedazo de papel y esto no depende de ti”.
