Las remesas enviadas a Honduras tuvieron un incremento sustancial por segundo año consecutivo, haciendo que se conviertan en un pilar de la economía del país.
El Banco Central de Honduras reveló en la “Encuesta semestral de remesas familiares” que el flujo de remesas entre enero y agosto de este año tuvieron un aumento del 36%. Esto es un aumento de más de 4 millones de dólares respecto al mismo periodo del año pasado.
Las remesas aportan cerca del 23% del Producto Interno Bruto de Honduras. Por lo que las autoridades esperan que para el fin del 2021 sumen 7 mil millones de dólares. Los principales lugares de donde provienen las remesas son:
- Estados Unidos
- España y
- Canadá.
Países de procedencia de la mayor parte de las remesas a Honduras. | Gráfica: Conexión Migrante.
El estudio también muestra que la mayor parte de las remesas viene de mujeres, lo que significa un cambio en la forma en el que vemos los flujos migratorios. Según la encuesta, la mayor parte de las personas tienen en promedio 40 años y llevan 14 años viviendo en el extranjero.
Aumento de remesas no es una buena señal para Honduras
El economista Ismael Zepeda, dijo que el aumento de las remesas no es un indicador positivo de la economía de un país. Al contrario, es un indicador negativo de la falta de respuesta del gobierno para la población.
Como no hay oportunidades en el país y los salarios nacionales no alcanzan para cubrir las necesidades de los ciudadanos, las personas tienen que recurrir a sus familiares en el extranjero para que paguen sus bienes y servicios.
En Honduras, las personas que más se benefician de las remesas son las madres de los migrantes, seguido de sus hermanos e hijos. Gabriela Mecía, una madre hondureña cuenta que utiliza el dinero que le mandan para pagar deudas, solventar los gastos e invertir en negocios. Dice que el salario que recibe en el país no le alcanza para cubrir todos los gastos.
La situación es tal, que el 55% de las personas encuestadas afirma que sus envíos son la principal fuente de ingresos de sus familias. Una situación peligrosa, pues si en algún momento no pueden seguir mandando dinero, su familia perdería sus principal forma de pagar sus gastos básicos.
