Desde este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional está trasladando a varias familias migrantes detenidas en Texas. El DHS está llevando a estas familias desde el Valle del Río Grande hasta Laredo y El Paso. Con ello, las autoridades pretenden aligerar la saturación de sus instalaciones y evitar contagios de Covid-19.
De acuerdo con el DHS, antes de los traslados, las familias se someten a una revisión médica. Esta revisión no incluye una prueba de Covid-19. Sin embargo, dicen las autoridades, ningún migrante ha presentado síntomas de la enfermedad.
Después del chequeo, aviones de ICE llevan a las familias a El Paso. Ahí les vuelven a realizar un examen médico y los llevan a El Paso Processing Center. Luego, las autoridades se coordinan con ONGs de Texas para liberar a estas familias o mantenerlas en albergues.
Algunos grupos defensores de los migrantes esperan que ICE traslade hasta a 270 migrantes por día. Sin embargo, de acuerdo con el juez de El Paso, Ricardo Samaniego, estos grupos se han preparado desde noviembre para recibir a las familias migrantes. Especialmente, esperan la llegada de muchas familias centroamericanas.
Por otro lado, se estima que estas familias permanecerán en albergues o refugios entre 48 y 72 horas. Después de ese tiempo se reunirán con sus familiares u otros patrocinadores mientras esperan su primera cita en las cortes de inmigración.
Texas, al borde de una crisis migratoria
El representante demócrata de Laredo, Henry Cuellar, declaró que Texas está viviendo una crisis por el aumento de flujo migratorio. Además, remarcó que se necesitan muchos recursos para atender a las familias que logran entrar a Estados Unidos.
“Las organizaciones sin fines de lucro y los Gobiernos locales necesitan pruebas de Covid-19, alimentos y vivienda para estos migrantes. Es fundamental que les proporcionemos recursos de emergencia para que puedan apoyar adecuadamente a estos niños y familias migrantes”.
Por su parte, el gobernador Greg Abbott anunció que reforzará la frontera de Texas para detener este aumento en los cruces. También criticó a la administración Biden, pues considera que sus políticas invitan a la inmigración ilegal a USA:
“Texas apoya la inmigración legal pero no será cómplice de las políticas de frontera abierta que causan, en lugar de prevenir, una crisis humanitaria en nuestro Estado y ponen en peligro la vida de los tejanos”.
Mientras tanto, la llegada de migrantes sigue en aumento. En febrero de este año, la Patrulla Fronteriza detuvo a casi 100 mil personas en la frontera entre Texas y México. La última vez que se registraron tantos arrestos fue entre marzo y junio de 2019.
Como consecuencia, la administración Biden ha reabierto varios centros de detención, pues las instalaciones no se dan abasto. Esto le ha traído algunas críticas, pues, entre los centros reabiertos, hay centros de detención para menores.
Las autoridades advierte que, si el número de cruces sigue aumentando, esto podría convertirse en una crisis similar a la de hace 2 años. En 2019, la Patrulla Fronteriza detuvo a unos 850 mil migrantes.
Con información de Telemundo.