Los habitantes de Amatepec y Tlatlaya, en el Estado de México, decidieron regresar al confinamiento para detener los contagios de Covid-19. Como consecuencia, ninguna persona foránea podrá ingresar a estos municipios a menos que sea necesario.
La decisión corrió a cuenta de los mismos pobladores y no de las autoridades. Así, los vecinos de los municipios se reunieron para colocar cercos y barricadas que mantienen bloqueada la carretera de Tejupilco – Amatepec. Específicamente, los cercos están a la altura de las comunidades San Felipe, La Goleta y El Sitio.
En estas barricadas, los pobladores vigilan que ninguna persona externa entre a Amatepec o a Tlatlaya a menos que demuestre que es absolutamente necesario. Entre las excepciones al cerco se encuentran las unidades de emergencias médicas, los vehículos de reparto de alimentos y transportes con materiales médicos.
Por otro lado, los habitantes de estos municipios del Estado de México saben que muchos migrantes visitan sus hogares desde Estados Unidos. Es por eso que, junto con las autoridades, se encargarán de monitorear el acceso de dichos migrantes a sus tierras.
Estas medidas de confinamiento entraron en vigor el 21 de diciembre y se extenderán, por lo menos, hasta el 11 de enero.
Amatepec y Tlatlaya no son los únicos
Mientras tanto, el municipio de Arcelia, en Guerrero, también ha impuesto controles de acceso ante el repunte de contagios de coronavirus.
Arcelia colinda con Amatepec y Tlatlaya. Las tres localidades forman parte de la zona conocida como Tierra Caliente, un territorio que abarca partes del Estado de México, Michoacán y Guerrero.
Ya en el mes de abril, Amatepec y Tlatlaya habían cerrado sus carreteras junto con otros municipios para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Las cabeceras municipales tomaron esta decisión al ver que el Gobierno del Estado no los apoyaba lo suficiente para detener la propagación del virus.
Con información de Conexión Noticias y Milenio.
